Crónica, resultados y fotos Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso

A) No, no hubo récord del mundo en chicos. Obvio. Aunque en chicas rozaron el larguero. Uiiii.

B) Y no sólo no hubo récord del mundo, sino que si se descuidan hay récord de empujones en la meta, donde los runners parece que llegaban a recalar en el interior de una angosta lata de anchoas.

C) En chicos no se logró ese ansiado récord porque quien está llamado a batirlo, el actual campeón del mundo, Kamworor, a pesar de que la organización se puso en contacto con él, nadie tiene claro cuando estará recuperado de su grave lesión que él mismo agudizó en su empeño por correr en Río. Es lo que tiene la pasión, o los fieros contratos con las marcas, que, en muchos casos, les obligan a correr más rotos de lo que están.

D) Hay que reconocer que la Valencia Runner tiene un agudo sentido del Show. Hoy aquí habían 13.521 inscritos de los que  llegaron vivos 12.000, cosa que no es baladí. Esta es la ciudad de la fiebre running que organiza más de 40 carreras al año, y va al alza. ¿Por qué? Muy sencillo. Basta con ir al Río Turia una tarde para ver que, donde antes fluía el agua, ahora fluyen los corredores de todo tipo de pelaje y condición. Aquí la gente trota alegre y sin complejos. Los mandatarios se han dado cuenta. Y Valencia, en un noble intento por lavar la cara a la corrupción, quiere hacerlo con algo tan sano como correr.

“Correr hoy en Valencia es como jugar a fútbol en el estadio de Maracaná”.

Pero lo cierto es que en el empeño por transmitir otra imagen de la ciudad, ha conseguido ser por derecho la ciudad del running en Europa. Los atletas que vienen de todos los rincones parece que se motivan aquí más que en ningún otro sitio, porque correr hoy en Valencia es como jugar a fútbol en el estadio de Maracaná.

E) El esfuerzo de los profesionales, por tanto, siempre fue muy generoso. ¡Ah! Y la bolsa por conquistar el récord del mundo también. 50 mil machacantes. Todo estaba planteado en consonancia, como los buenos negocios, en los que ganan todas las partes. Valencia y kenia, dos planetas unidos por un mismo destino: Conseguir ese ansiado récord del mundo grabado en piedra. Un récord que, para hacerse con él, no basta tener sólo amor sino una buena razón. Y Juan Roig, a través de la Fundación Trinidad Alfonso, supo hoy ponerle amor y también la razón que le da el golpe del talonario.

Y así, como el que no quiere la cosa, en el escenario del Show desplegó una puesta en escena de lujo: 11 corredores capaces de bajar de 60. Y nada menos que 3 hombres que bajan al piso imposible del 59, un tiempo tan prodigioso de alcanzar para un humano como tratar de doblar una cuchara con la mente, o encontrar agua con un palo en un desierto. Y claro, esto es lo mismo, solo unos pocos elegidos son capaces de hacerlo.

Esos 3 hombres venían con etiqueta negra: Solomon Kirwa Yego, (58:44), cuarta mejor marca mundial de todos los tiempos.  Abraham Naibei Cheroben (58:48) sexta mejor marca mundial. Y Kibet, Stephen Kosgei. (58:54). 6 patitas negras de calidad suprema.

F) Todos kenianos, faltaría más. Aunque Cheroben, siempre irregular, y ditirambo -menos cuando corre en Valencia- cambió este año a la pobre Kenia por la bandera petro-dolar de Bahrein, con quien ya compitió en los Juegos de Río en la prueba de los 10 mil metros en una actuación de mero trámite para darle el gusto al jeque. Y desde entonces no levanta cabeza. Hoy, ni siquiera cuando se cantaba el kilómetro 10, a unos “cómodos” 28 minutos, pudo aguantar el ritmo de cabeza y finalmente entró en una sexta posición.

En cualquier caso, ninguno de los mencionados, tenían en sus piernas dinamita suficiente para tratar de saltar por los aires el récord de ese pequeño héroe del fondo mundial, el de un hombrecito de paisito enano en el mapa, que nadie sabe que existe; hablo, como no de Eritrea, y del ilustre Zersenay Tadese, que lo consiguió hace ahora 6 años en la planicie de Lisboa, clavando el crono con la estaca de Drácula: 58:23. Y, visto lo visto, a día de hoy, ese récord parece incluso más difícil de batir que el del propio maratón.

G) Y desde luego, difícilmente, se conseguirá en Valencia. Al menos con el trazado actual. Las inclinaciones que surgen en el trazado desde el puente de Viveros hacia el centro de la ciudad, dificultan que en el tramo del 10 al 15K se mantenga el ritmo de la carrera. Aquí es donde se encuentra la madre de todos los corderos y la organización planea resolver ese escollo para que la ciudad logre el tan ansiado récord que hoy posee el toro de Eritrea. Lo mismo sacan la excavadora y se aplana aún más el circuito. Bromas aparte, estas inclinaciones y el trepidante ritmo inicial pasaron hoy mucha factura, tal y como le ocurrió a Viola Jepchumba, que, tras el 10k, a ritmo de récord del mundo, se encontró al enemigo del repecho y se desplomó como un pekinés en un cojín de plumas.

Peres Jepchirchir, la actual campeona del mundo en Cardiff, administró mejor sus fuerzas, aunque cuando llegó a esa zona, el reloj se desangraba entre 4 y 7 segundos con respecto al récord del mundo de Florence Kiplagat en Barcelona. A partir de ese tramo el corazón de la Keniana crepitaba virutas de fuego, imposible de apagar hasta que entró en meta hecha un puñado de cenizas (y récord de la prueba 1:07:09). Lo mismo sucedió a los chicos. Fue llegar a ese punto y se le cayeron las orejas a las liebres, a causa también de la humedad, de manera que se quedaron un grupo escuálido de 8 corredores para intentar bajar de la hora y bregar en esta segunda parte de la carrera.

H) Los héroes del día salieron por detrás del sol sin que nadie los esperara. Hablo del marroquí Mustapha El Aziz, un hombre que se le ve correr por los pueblos de España, como un feriante en zapatillas, bregado en todas las suertes de carreras, y que hoy estuvo a un tris de aguar la fiesta Keniana, entrando a tan solo tres segundos del ganador Kibet, (59:27), mientras que el propio Aziz entró en 59:30. Toda una sorpresa que nadie se esperaba, ni siquiera el propio Aziz, que nunca antes había bajado de la hora.

Es la demostración de que no solo de África negra vive el fondo y cuando se quiere y se busca, se puede. Y el otro héroe del día fue Juan Antonio Cuadrillero que batió el récord de España en categoría de mayores de 45 años (1:06:17). Entró, además, relativamente cómodo, por lo menos en apariencia.

I) En cuanto a la élite de casa por mucho que los Franceses se empeñen en decir eso de que África empieza en los Pirineos para abajo, bastó hoy con ver correr a los estimables soldados: Houssame Benabbou (1:04:56), Antonio Núñez (1:05:05), Rafa Iglesias (1:06:10), Jaume Leiva (DNF), José España (1:06:33), Carretero (1:07:09) y Nacho Cáceres (1:07:58) para revelar, que, efectivamente, esto no es África. Hoy. lógicamente, no daban el pego ni poniéndose betún.

Alguna entrevista he leído de alguno de ellos acerca de la carrera, y ninguno mencionaba ese intento de récord, ese esfuerzo del que iban a ser testigos, y partícipes, en cierta forma. Y es que le endogamia, y la falta de relevo en el fondo puro han hecho un agujero muy grande de dolor cuando estos tienen que medirse antes los cocos de África, que les meten más de 5 minutos entre pecho y espalda. Y en cierta manera es lógico, consecuente, porque a día de hoy, no hay relevo generacional ni en chicos ni en chicas, y las penurias se ven muy bien a lo lejos sin que haga falta ponerse unos prismáticos.

J) Muchos podrán pensar lo que quieran, pero, al César lo que es del César: pocos sitios del mundo pueden presumir de tener una media maratón con 5 atletas capaces de bajar de la hora. Y eso ocurre en Valencia, la ciudad del Running.

Mario Torrecillas

• Resultados Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2016

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• Resultados discapacitados sensoriales

• Fotos Medio Maratón Valencia Trinidad Alfonso 2016