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Los malos días, ¿a qué se deben?

Los malos días vienen solos y los buenos hay que salir a buscarlos.

Seguro que alguna vez has escuchado o leído esta frase pero lo cierto es que, en la mayoría de ocasiones, los días malos vienen provocados por hábitos no saludables o por acciones que realizamos inconscientemente.

¿Alguna vez te has parado a pensar por qué tu día está saliendo tan mal? A continuación mencionamos algunos de estos hábitos que provocan el surgimiento de malos días y que deberías eliminar de tus rutinas:

Malos días: hábitos no saludables típicos

Sensación de sueño todo el día

¿Cuántos cafés necesitas para mantenerte despierto en el trabajo? Esta sensación de sueño durante todo el día no es culpa del famoso madrugón sino de las pocas horas que has dormido la noche anterior.

La mayoría de adultos es consciente de que una noche de sueño placentera es primordial para sentirse bien al día siguiente pero muy pocos lo cumplen. Es más, muy poca gente pasa 8 horas durmiendo entre las sábanas, ya sea porque se acuesta muy tarde o porque se levanta muy temprano.

Además, las nuevas bebidas energéticas de moda, el café o el té son elementos estimulantes que dificultan la conciliación del sueño. Lo mismo sucede con las luces de la amplia gama de dispositivos electrónicos que nos rodean mientras dormimos. Todo ello interfiere en nuestro rimo circadiano (ciclo de vigilia y sueño) y nos impide descansar como debemos.

En general, cualquier persona adulta debería dormir entre 7 y 9 horas diarias para sentirse bien. Tu rendimiento en el trabajo y tu capacidad de pensamiento y de reacción se pueden ver afectadas por un mal descanso y amargarte el día. ¿Estás dispuesto a cambiarlo?

Algunos consejos para dormir y descansar mejor que puedes seguir son:

  • Mantener un horario de sueño regular.
  • Hacer ejercicio físico diario
  • Mantener los aparatos electrónicos apagados.
  • Descansar en un colchón y una almohada acorde con tu peso y tus afecciones de espalda.
  • Mantener una temperatura apta para el sueño. El frío y el calor son dos enemigos del descanso.

Pesadez y ardor de estómago

Los alimentos que comemos, el café, los medicamentos y las bebidas con burbujas son los grandes causantes del malestar estomacal al que muchas personas se enfrentan cada día. Vigila tus dolores de estómago, acude al médico si es necesario y ten siempre un Almax a mano para evitar ardor de estómago.

Por otro lado, las comidas copiosas antes de trabajar o de conducir no son buenas. Probablemente sentirás el estómago lleno y te irás durmiendo por las esquinas. Intenta realizar comidas más ligeras, sobre todo si estás fuera de casa y no dispones de un sofá para ponerle solución.

Infelicidad

La sensación de “trabajar, dormir, trabajar, dormir” para las personas que no practican ningún tipo de actividad deportiva o de ocio que les ayude a relajarse y a olvidar el entorno laboral puede llegar a ser grave. No solo puede incrementar la infelicidad de esa persona sino que puede llegar a derivar en enfermedades como la depresión o el estrés.

Simplemente deja un hueco para realizar eso que tanto te gusta: salir a correr, pintar, escuchar música, practicar yoga… Es cuestión de organizarse y de verdad que hay tiempo para todo. No te agobies y sé feliz.

correr en ayunas

Cansancio extremo

Practicar running o cualquier otro deporte que te guste te ayuda a liberar las llamadas “endorfinas de la felicidad” o “drogas de la felicidad”. Se trata de unas sustancias segregadas por tu propio cuerpo de forma natural y que influyen positivamente en tu estado de ánimo y en tu felicidad.

Eso genera en nosotros, los corredores, una especie de adicción a partir de la cual necesitamos salir a correr todos los días y dejar el entrenamiento de lado un día nos llega a provocar malestar y arrepentimiento. ¿Qué sucede? Que, a veces, esa necesidad de bienestar y de alcanzar los objetivos nos lleva a entrenar más de lo que debemos y sin mantener el descanso que el cuerpo necesita. No te pongas límites demasiado altos y entrena con cabeza.

Eso ligado al estilo de vida actual en el que pasamos más horas fuera de casa que dentro, con una alimentación desequilibrada y la ingesta de azúcar por un tubo nos lleva a sentir ese cansancio extremo que nos impide tener un buen día. Si además eres alérgico o has contraído algún virus gripal la cosa se complica todavía más.

No salir a correr

Sí, un corredor que no puede salir a correr y pierde su rutina de entrenamiento por cualquier motivo independiente de su propia agenda, se siente mal. Y su malestar puede llegar a terminar en un mal día si no practica su deporte favorito y no realiza su entrenamiento.

No te agobies tanto con tu entrenamiento y si un día no puedes salir a correr no te amargues. Disfruta lo que quiera que estés haciendo en lugar de correr y reorganiza tu entrenamiento al día siguiente.

Como verás, un mal día puede estar aparejado a muchos motivos diferentes que dependen del tipo de vida de cada persona y de sus rutinas diarias. La mayoría de veces un mal día es solo una cuestión psicológica que tiene remedio. Ponte las pilas y disfruta de todo lo que haces. ¡Así los buenos días vendrán solos!


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2 COMENTARIOS

  1. Hola me llamo Jesús,me gusta mucho el tema de autoayuda,psicología pr seguir aprendiendo,desarrollo personal,ect,ect…
    Me a gustado mucho este artículo…
    Me servirá de mucho.
    Gracias…..
    Me gustaría conocer más artículos sobre la vida,actitud,temas relacionado con estas cosas…..

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