Inicio Entrenamientos Los atletas entrenados con estimulaciones cerebrales llegan a los Juegos de Río

Los atletas entrenados con estimulaciones cerebrales llegan a los Juegos de Río

  • Agotadas las vías de los neuroestimulantes, algunos profesionales apuestan por profundizar en el área cerebral con estimulaciones cerebrales.

  • Las estimulaciones eléctricas cerebrales no están prohibidas por la Agencia Mundial Antidopaje.

Tras ocho días de plena actividad deportiva en los Juegos de Río de Janeiro, ayer comenzaron las pruebas de atletismo, con la consabida ausencia de los atletas rusos por el veto de la IAAF. Pero la alargada sombra del dopaje continuará ocultando técnicas o, como simplifica la Agencia Mundial Antidopaje (WADA) sustancias y métodos, que se irán perfilando con el devenir de los ciclos olímpicos.

Agotadas las vías de los neuroestimulantes, algunos profesionales apuestan por profundizar en el área cerebral, a través de las estimulaciones eléctricas y magnéticas, excitando la corteza cerebral sin penetrarla. Han pasado ocho años desde que se consiguiera emular en un estudio de laboratorio con ciclistas, mediante estimulaciones cerebrales no invasivas, el efecto del fentanilo, con el fin de retrasar la fatiga muscular. Hoy el avance es tal, en Estados Unidos, que forma parte del entrenamiento de militares o deportistas. Avances que se iniciaron en la Universidad de Harvard en los años 80. Las técnicas no invasivas permiten modular la actividad cerebral de forma indolora, sin cirugía, ni medicamentos y para ello se emplean dos métodos. Uno mediante descarga eléctrica conocido como Estimulación Transcraneal por Corriente Directa (tDCS) y otro por inducción magnética (TMS). Esta última, aprobada por la Agencia Europea del Medicamento, ya se viene aplicando en España con fines terapéuticos, especialmente contra la depresión resistente a fármacos o la rehabilitación del ictus.

El doctor Javier Cudeiro Mazaira, médico y catedrático de Fisiología por la Universidad de A Coruña (UDC), consultado especialmente para la ocasión, advierte de los riesgos del uso de la técnica TSM. LA técnica debe ser manejada por especialistas exclusivamente formados para su administración ya que sus efectos deben ser vigilados, porque una dosis desproporcionada (en intensidad y frecuencia) puede producir en personas sanas, que buscan potenciar habilidades cognitivas (cálculo mental o atención), daños en áreas cerebrales con actividad normal. Lo que puede conllevar pérdidas de memoria, como han corroborado sucesivos estudios. Según Cudeiro, “una dosis por encima de los 3 teslas de intensidad con frecuencias excesivas pondría al paciente al borde del ataque epiléptico”. Un tratamiento no debe de durar más de 15 días, y nunca debe aplicarse a una temporada deportiva completa. Además “de momento y con los recursos médicos y científicos actuales no existen marcadores, ni medios que puedan detectar el uso de estas técnicas” aclara el doctor, director del grupo de Neurociencia y Control Motor de la UDC.

Gonzalo Márquez Sánchez, profesor de la Facultad de Deportes de la Universidad Católica de Murcia e Investigador Principal del grupo científico Neurociencia del Movimiento Humano (Neuromove), alerta sobre un exceso de amperaje en una tDCS: “por encima de los 2 mA y los 20 minutos de aplicación hay riesgo de ictus”. Una de las aplicaciones terapéuticas interesantes para la salud del deportista, es la recuperación de la fuerza muscular tras un periodo de inmovilización con pérdida de funcionalidad del músculo. Al grupo Neuromove le ha sido concedido este año por el gobierno español (Ministerio de Economía y Competitividad) una ayuda de 53000 € para investigar en esta línea, con la TMS, como herramienta principal.

estimuacion cerebral

El empleo de técnicas tDCS en España, con fines de mejora de rendimiento deportivo, está aún por explorar. La doctora en Ciencias del deporte Virginia López-Alonso fue una de las integrantes del estudio llevado a cabo en 2014 por la UDC con un grupo de personas inexpertas en golf a las que se les estimulaba eléctricamente la corteza cerebral mientras golpeaban la bola con el fin que aprendieran a golpear de forma precisa hasta introducirla en el agujero. Sus resultados concluyen que las variables manejadas deben ser reducidas para conseguir los efectos deseados, para ello en su próximo estudio López-Alonso quiere contar con deportistas de élite, porque ya tienen muy entrenados sus movimientos, con el fin de potenciar habilidades específicas como la atención. Entre las opciones que barajan estarían el tiro olímpico, el tiro con arco, incluso el baloncesto para potenciar el movimiento del tiro libre. En declaraciones para la bolsa del corredor, López-Alonso, no ve claro el horizonte de la investigación en España, ya que las ayudas son cada vez más escasas, quedando claramente en desventaja respecto a las inversiones de otros países como Estados Unidos. Sobre las áreas del cerebro implicadas en la mejora del rendimiento, López Alonso deja claro que es muy atrevido asociar la estimulación de la corteza cerebral de un área determinada con un deporte, ya que deben estimularse varias áreas entres sí.

Antes del inicio de los Juegos Olímpicos de Río, una empresa californiana, Halo Neuro, aprovechó la ocasión para impulsar su producto estrella: Halo Sport, unos cascos que, según sus estudios, mejoran el rendimiento deportivo, aumentando la fuerza, la atención, el equilibrio o habilidades especiales de precisión. Los cascos, que emplean la tDCS, incorporan diodos de silicona que excitan la corteza cerebral y refuerzan el intercambio de datos entre el cerebro y los músculos. Los gestos motores deben de estar ya entrenados y memorizados para que la mejora surta efecto.

Jordan Santos Concejero, fisiólogo y asesor de la agencia española antidopaje, forma parte de la comunidad de expertos que pone claramente en duda la eficacia de las estimulaciones cerebrales. Estimulaciones cerebrales que, a día de hoy, no suponen ninguna ilegalidad para la WADA.

En Estados Unidos, al estar más avanzados en los conocimientos de la tDCS, las voces a favor y en contra avanzan con rapidez. Bien en contra de su efectividad: es un placebo y, por tanto, marketing. Bien a favor: pone en riesgo la salud del deportista y mejora claramente el rendimiento y, por ello, debe ser prohibido por el Código de la WADA como método dopante.

Durante los Juegos de Río de Janeiro podremos añadir al debate suscitado en redes sociales y en la comunidad científica, un elemento práctico más. A la larga lista de deportistas que Halo Nuero asegura haber entrenado con Halo Sport, de ligas profesionales de Estados Unidos (NHL, NBA, NFL), deportistas universitarios o el mismo equipo nacional de saltos de esquí de EEUU, se suman algunos atletas olímpicos: Hafsatu Kamara (100 m) de Sierra Leona, Mikel Thomas (110 m vallas) de Trinidad y Tobago y los estadounidenses Michael Tinsley (400 m vallas), Mike Rodgers (100 m y 4×100) y Natasha Hastings (400 m y 4×400). Veremos si sus marcas mejoran y, de ser así, si algún rival denuncia públicamente que se siente en desventaja.


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