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La representante de atletas

¡Ay, Dios! Llamo al teléfono de Julia García, y descuelga la gaditana con una voz que parece la de un camionero de nombre Manolo. ¡Oh, no! Pienso que mis dedos nerviosos habrán tecleado el teléfono de un amigo. Y cuando voy a colgar, dice: “Sí, soy Julia..” Entonces mi cabeza automáticamente hace crash y pienso:

-¡Vaya! ¿Quien le ha cambiado la voz? Para una mujer (o dos) que se dedican a esto de ser representante de atletas …y a Julia, se le pone la voz de hombre. ¡Manda narices!  Eso si, por mucho que la pasajera faringitis le trastoque sus cuerdas vocales, Julia, es, sobre todo, una dama. Y más que eso. Una mujer más bonita que un beso de buenos días. Un fueguito recargado y templado. Un saquito de nervio y fibra, lleno de encanto y fortaleza, muy necesario en este deporte, que lo vive de manera apasionada y con intensidad… Para ella la gente que está en esto del atletismo sin pasión, ni color, a esa gente que ni frío ni calor, que no es nada, no le entra en su cabeza. Nadie que la conoce duda de su entrega a la causa atlética.

“Represento atletas hace 26 años, y cuando empecé no había ninguna mujer. Era la única, sí. Afortunadamente, ahora hay dos o tres”

Pero Julia también es consciente que esto del atletismo no es un camino de rosas. A veces, incluso, es un camino que oculta alguna que otra mina anti-persona. Y seguramente tampoco ayude que lo gestionen única y exclusivamente hombres, a menudo con exceso de testosterona. Algunos, por cierto, de otra época, que huelen todavía a Brumel y fuman puros, y suelen ser los mismos a los que les encanta repetir una y otra vez, como un autómata del tibidabo, la famosa frase del vallista Sergio Fernández: “¡Aquí gana el que más huevos tenga!”

Llegó a ser una atleta de élite con marcas de 32 minutos en el 10k y tiene un conocimiento muy profundo de este deporte desde dentro y fuera.  Aunque matiza: “Ui, pero esto ha cambiado mucho a los tiempo en los que yo competía; principalmente, porque en mi caso, solo vi algo de dinero al final de mi carrera. Ahora, quieras o no, aunque la situación no es boyante, las carreras pagan algo a los atletas (mal y tarde), los clubs apoyan (los que pueden) y hasta hay becas federativas (los privilegiados)”. Pero es mejor que antes, en cualquier caso.

Mi madre me decía: ¿A dónde vas, niña?…¡Se te van a poner piernas de hombre!

Julia cree que la ausencia de mujeres en puestos de responsabilidad en el atletismo no se debe a que haya hombres que les pongan un puñal en el pecho, sino a la falta de decisión y de iniciativa de ellas. Aunque matiza,”también es una cuestión de cultura, y en este caso de cultura deportiva: hasta hace muy poco, en España, estaba muy mal visto que la mujer hiciera deporte. Cuando yo empecé a correr, mi madre me decía: ¿A dónde vas, niña?…¡Se te van a poner las piernas de hombre!…Es cierto que llevamos muchos años de retraso con respecto a otros países.”-Y añade con rotundidad.- “Es algo contra lo que hay que luchar.”

Muchos de ustedes si han visto las retransmisiones deportivas de las actuaciones de Ruth Beitia, tal vez se hayan fijado cuando las cámaras enfocan a la grada: Allí siempre aparece su marido, su entrenador mordiéndose las uñas y, junto a ellos, destaca un punto de luz amarilla, son los ricitos dorados de Julia, cuya misión consiste en estar cerca de la Cántabra para que tenga todo a su disposición y que solo se preocupe de lo que realmente importa: Saltar. “Llevo representando a Ruth 13 o 14 años…Cuando empezó conmigo  ya saltaba 2 metros…Ella, especialmente, tiene un carácter muy fácil de llevar.  La ventaja que tiene es que es muy consciente de todo lo que hace. Se entrega en cuerpo y alma y respeta mucho mi trabajo y eso se agradece. Es una mujer que tiene detalles conmigo muy bonitos…a todos los niveles, personal y profesional.”

Y la pregunta del millón de dólares: En Rio, ¿Habrá medalla de la saltadora? ” Yo digo lo mismo que el año pasado: Puede ser primera o quinta.”-Aun así, Julia, tiene mucha confianza en la Cántabra, por no decir fe ciega-“Ella resuelve muy bien en la pista al aire libre. En este deporte la experiencia es un grado y a ella le sobra veteranía por los cuatro costados. Claro que hay que estar en ese día y a esa hora y que todo salga perfecto. Lo más duro siempre es la calificación, y una vez la pase, ella debería estar en las medallas.”

“Siempre estoy pendiente de mis atletas: hay que gestionar sus dineros, contratos, cuidados….(…)”

Además de representar a la Reina de las alturas, Julia, también lleva a gente muy joven y emergente, como a los Aragoneses, Carlos Mayo y Toni Abadía: “De Abadía espero que pueda colarse en la final de su prueba en Río: Sería todo un éxito. Pero hay que ser realista y será difícil.”

A Julia no puedo evitar preguntarle en qué consiste exactamente el trabajo de representante de atletas. “Básicamente en levantarme con el móvil pegado a la mano y marchar a dormir con el móvil pegado en la mano.”-Sonríe. “Siempre estoy pendiente de mis atletas: hay que gestionar sus dineros, contratos, cuidados….Yo constantemente tengo a gente que está viajando y puede surgir algún imprevisto, por ejemplo, si se pierden, mil cosas…Estoy casi todo el año así.  A diferencia de los managers Americanos, ellos se especializan en Saltos, o lanzamiento; en pruebas que tienen una actividad que funciona  4 o 5 meses. Luego descansan. Yo tengo atletas de fondo y eso me obliga a estar en activo prácticamente todo el año.”

La aventura de África.

Hace ahora exactamente unos 15 años, Julia García, mujer de acción, decidió abrir el periscopio y apuntar su mira al cuerno de África. Al principio lo hizo en Etiopía. Allí tuvo la suerte de encontrarse con un ojeador inquieto y entusiasta de origen Eritreo llamado, Berhane Ghebremariam. Poco tiempo después le perdió la pista. Justo en los días en que Etiopía y Eritrea recrudecen una guerra que más tarde se llamó: “La guerra de los pobres.”

Luego, en el año 99, cuando Julia creía en el peor de los presagios sobre la vida de Ghebremariam, se lo encuentra vivo y coleando en un campeonato del mundo de cross con una nueva equipación nunca antes vista: Un chándal celeste y rojo, el de la selección de Eritrea. Julia, le preguntó henchida de felicidad, “¿De dónde sales tú?” “¿Y que chándal es ese que llevas?” Entonces Ghebremariam, le cuenta que, en plena guerra, ha conseguido montar la Federación de atletismo de Eritrea y que hasta la IAAF se la había reconocido. Esto sí que es un campeón. El reencuentro fue de música disco y luces de colores. Una felicidad que aun hoy dura en el tiempo porque ambos siguen trabajando juntos: “Me dijo que si quería colaborar con él. Y le dije que sí con los ojos cerrados. Me contó que había muchas posibilidades de sacar a gente muy buena porque las condiciones físicas de los Etíopes y los Eritreos son similares·”. Era lógico puesto que Etiopía y Eritrea hasta hacía muy poco eran el mismo país-recuerda Julia con añoranza.-

Apareció en mi vida alguien especial, un señorito que se llamaba Zersenay Tadesse”

A día de hoy, de aquel campeonato, aun tenemos en activo a dos atletas, la veterana Nebiat Habtemariam, (que participará en Río en sus quintos juegos nada menos), y Jonas Kiflle, que no ha podido clasificarse para la prueba de Maratón, dado el gran nivel masculino que tiene el país en la distancia, a pesar de poseer una marca de 2 horas 7′ (no en vano, el actual el campeón del mundo de Maratón, Ghirmay Ghebreslassie, es Eritreo).

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Julia junto a sus dos primeros atletas, Yonas Kifle y Nebiat Habtemarian en la boda de Teklemarian el año pasado. El señor de traje negro es Berhane Ghebremariam, el “culpable” de la aventura Eritrea

“Poco después de aquello, apareció en mi vida alguien especial, un señorito que se llamaba Zersenay Tadesse“-recuerda Julia con mucho orgullo- a este genial atleta que acabaría consiguiendo el Récord del mundo de media Maratón, una medalla olímpica, un campeonato del mundo de Cross y cinco veces de Media Maratón, entre otros méritos. Así es:

58:23

-Una marca que hace saltar los muelles del mecanismo a un cronómetro.

“Entonces nos lo trajimos a España. Llevaba solo tres meses corriendo, antes practicaba ciclismo. Se lo presenté a Jerónimo Bravo, y cuando lo vio correr, me dijo:

-“¡Uauuuuu, Julia, este hombre es una joyita!”

Aquí es donde se da un acontecimiento histórico sin precedentes en la historia de nuestro país. Julia, junto a Jeronimo Bravo, (Jero), “el mejor entrenador del mundo,” como dice ella de él, consiguen crear juntos uno de los grupos más dulces y con mayor encanto del atletismo en nuestro país; formado, principalmente, por una red de atletas Eritreos que entrenan algunos meses al año en España, y el resto supervisados igualmente por Jerónimo, quien se vuelca con ellos a muerte. “Al principio la gente de aquí me preguntaba que era eso de Eritrea”-dice Julia, sonriendo.-

(…) En Río vuelve la mejor versión de Tadesse, el hombre que deslumbró al mundo, el atleta que tiene un corazón tan bajo de pulsaciones que parece que viva dentro de un congelador

“De hecho, una mañana, me llevé a Tadesse y a Jonas Kifle al banco para abrirles una cuenta, y allí me dijeron que no podían hacerlo porque Eritrea no existía en el mapa. Sólo salía Etiopía”. Luego, años después, Tadesse, se encargó de subrayar en rojo el nombre de Eritrea en el mapa atlético, y gracias a su plata olímpica logró popularizar el atletismo en su país hasta el punto de convertirlo en deporte rey.

En el estadio de Asmara, capital y la ciudad más importante de Eritrea.
En el estadio de Asmara, capital y la ciudad más importante de Eritrea.

Pero la historia de Tadesse no acaba en leyenda. Es una historia que se puede escribir hoy. Mañana mismo. Y en Río. Porque tras unas temporadas en el infierno, Jero, consigue en su taller de tartán, recuperar de nuevo la mejor versión de Tadesse, (o acercarse a ella), reconstruir al hombre que deslumbró al mundo, el atleta que tiene un corazón tan bajo de pulsaciones que parece que viva dentro de un congelador, el hombre que se estrelló contra el muro del maratón de aquel fatídico Londres. Pero ahora, por fin, vuelve a ser aquel atleta privilegiado de piernas sonrientes.

Julia está muy feliz por él. -“Ahora tiene sed de triunfos y en la Prefontaine corrió el diez mil por debajo de 27”-dice Julia, con acento de gratitud hacia Tadesse-“Veremos cual es su rendimiento en Río, en su prueba de los diez mil metros: una carrera rápida nos interesaría.”-Señala la gaditana, y habla otra vez de la idea de una posible vuelta del Eritreo al maratón: “Después de los juegos es posible que vuelva a correr una, pero solo cuando este preparado, no porque le hagan una gran oferta para que la corra, sino cuando él diga: es el momento. Estoy preparado. Él siempre me dice que en la maratón le fallan las piernas al final, que se le van como a un muñeco con muelles, y yo le digo: a ti y a todos. Pero hace poco le hicieron unas pruebas médicas físicas, y su corazón indicaba que Zersenay puede tener la capacidad de correr en 2 h 2´ o 3′ “. Pero añade:-“Otra cosa distinta es que pueda y él se lo crea”. Esa circunstancia nos lleva a la famosa frase del Emperador, Haile Gebrselassie, que dijo muy sabiamente: “No es el cuerpo, es la mente.”

Las marcas les dan muchas menos cosas que a un atleta blanco occidental.

A Julia tantos años al lado de los atletas del continente Africanos, le otorgan una voz que debe considerarse llena de fundamento y con conocimiento de causa de lo que habla: “Los africanos son gente muy muy generosa y tremendamente educada: Cuando te tienden la mano lo hacen de verdad, y cuando te abren la puerta de sus casas te la abren de verdad.” Por esa razón, a Julia le duele todavía más algunas cosas que suceden en este deporte entorno al planeta Africano: “A veces voy a las marcas para pedir material, y cuando les digo que son para ellos, les dan muchas menos cosas que a un atleta blanco occidental. Eso no es justo. Creo que el espíritu de este deporte es fomentar la igualdad para todos. Pero luego te das cuenta que la realidad es muy distinta. Que el trato al Africano no es el mismo que al del atleta occidental” dice Julia, una mujer de verdad, que se calla muy pocas cosas, y que parece adscrita a aquel dicho que una vez dijo una gran representante de escritores: “La única arma que tienes para poder negociar con los clientes, es yendo siempre con la verdad por delante.”

Junto a promesas Eritreos en la localidad polaca de Bydgoszcz donde se celebró el Mundial de la categoría júnior este mes de julio.
Junto a promesas Eritreos en la localidad polaca de Bydgoszcz donde se celebró el Mundial de la categoría júnior este mes de julio.

Y de la verdad a la mentira: el doping. “Buff, esto del doping es una ecuación que nunca falla, en todos los lugares que se mueve el dinero siempre hay tramposos”-comenta con tono apesadumbrado. “Algo está fallando en este deporte, porque hay casos que parecen evidentes, como el grupo del Somalí, Jama Aden, o el de Federico Rosa. Pero luego no cristalizan más allá de unas evidentes sospechas. Es realmente extraño porque yo a los Africanos nunca les he visto tomar ni una aspirina. Pero otra cosa muy distinta son los atletas Africanos que ya están en grupos metidos en el engranaje occidental, caso del mismo Jama, o el propio Rosa.”

Anécdota de la buena. En Estocolmo, Tadesse, perdió los pantalones,y como él corre bajo el paraguas de Nike, le pidió a Jama unos pantalones, y justo cuando terminó la carrera, Julia le dijo: “Zersenay ¡Pega fuego a esos pantalones ahora mismo!”-Dice la gaditana sonriendo.- Y se ve que, como Zersenay no tenia mechero,(que no fuma) pues los tiró a la papelera. Bromas aparte, Julia, cree que todo la situación está matando a su deporte, y avisa: “Las consecuencias pueden ser horrendas si las grandes marcas y patrocinadores deciden marcharse del atletismo, como está sucediendo ahora mismo en ciudades que organizan pruebas de la Diamond.”

La ilusión de Julia

Pero ella prefiere ser optimista y la experiencia le dice que en la vida siempre hay que procurarse tener proyectada una ilusión por delante. O dos. Así todo es más emocionante. Y como Julia es una mujer aventurera, que recuerda bastante a aquel personaje corajudo y enigmático que encarnaba Meryl Streep en Memorias de África, su cabecita dorada piensa ahora en un proyecto precioso para el que esta tratando de encontrar fondos: Consiste en hacer un buen centro de alto rendimiento en Eritrea, que reúna las condiciones suficientes para que los chicos que viven en el campo puedan tener un futuro como atletas y que sea a la vez, un proyecto de vida para ellos, y que no tengan que jugarse la vida en una patera, como recientemente sucedió con el caso de Lampedusa, en el que murieron en el barco más de 300 Eritreos que buscaban algo tan simple, pero tan difícil como un mundo mejor.

Es una gran idea, darle a esos chicos una vida mejor. Y que los atletas de aquí tengan el privilegio de poder visitarlo. Ella es muy tozuda, y no debería extrañar que lo consiga. Seguro que sí. “Ay, si pudiera me iría ahora mismo a Asmara…(la capital) ¡Allí soy feliz!”-concluye antes de colgar-

De momento Julia tiene que estar en Río el día 11 porque tiene competidores en multitudes de pruebas esparcidas en distintos días y se quedará hasta el final, el día del maratón. Todos sus atletas tienen la suerte de formar parte de su simpática y bien avenida familia. Y ella, seguramente, los iluminará con su cabello dorado y su sonrisa amable.

Buen viaje, querida Julia.

Ilustración: Unaitxo

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