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La épica batalla de Chicago

Este pasado Domingo, a las 14:30 de la tarde, (hora peninsular) se daba el pistoletazo de salida a la penúltima de las Maratón Majors que se van a disputar este año (el círculo se cierra en Nueva York el próximo mes de Noviembre). Chicago presentaba un plantel de salida de grandes nombres del atletismo mundial; Kimetto: el actual plusmarquista mundial, Kirui: doble campeón del mundo de la distancia, Tadesse: el hombre que más rápido ha corrido una medio maratón de todos los tiempos y uno de los buques insignia del proyecto sub2h de Nike, Biwott: segundo en Londres este mismo año, Lilesa: plata en el maratón Olímpico de Rio o Rupp, bronce en ese mismo maratón Olímpico y hombre bandera del proyecto de Alberto Salazar.

Con ese plantel de salida la cosa prometía y el resultado no defraudó. Galen Rupp se impuso a toda una legión de grandes fondistas africanos, eso sí, en una prueba sin liebres y que se resolvió en los últimos 7 kilómetros del recorrido.

Sin embargo ver Chicago hoy en día es volver a recordar una de las batallas mas épicas que la prueba americana nos brindó, probablemente una de las mejores carreras que cualquier aficionado pueda ver y recordar: la maratón de Chicago del 2010, la última cabalgada del genio Sammuel Wanjiru.


Para hablar de Wanjiru, hay que conocer su historia y su historia se escribe a golpe de titulares, tanto buenos como malos, la desgracia que parece perseguir a los genios.

Wanjiru nació el 10 de Noviembre de 1986 en Nyahururu una región del Valle del Rift de Kenia. Su historia se podría asemejar a la de muchos otros niños africanos de esas regiones: Vivía en una familia muy humilde y sin apenas recursos, hasta los 14 años no usó ningún tipo de calzado y su madre tuvo que dejarlos a cargo de sus abuelos para que (junto con su hermano) pudiera seguir hacia delante.

El año 2002 su aventura en el mundo del atletismo se hace posible. Un ojeador que buscaba jóvenes talentos en el cuerno de África vio en el una calidad fuera de lo normal, le ofreció la posibilidad de mudarse a Japón para entrenar con Koichi Morishita.

El buen hacer del ojeador pronto se hizo patente y en el 2005 el portentoso atleta Keniano saltaba al panorama mundial del atletismo al batir en Rotterdam la plusmarca mundial de media Maratón con un crono de 59:16. Era su carta de presentación. Su record duró poco, y es que pocos meses después el “emperador” del fondo Mundial: Haile Gebrselassie se convertía en el primer hombre en correr el medio maratón por debajo de los 59 minutos (58:55). *Wanjiru recuperaría su record en el 2007 en La Haya cuando correría en 58:33.

A finales de 2007, aun sin haber cumplido los 21 años, Wanjiru debuta en Maratón en Fukuoka ganando con un fantástico crono de 2h06.39.

En el año 2008 Wanjiru gana en nuestra tierra el medio maratón de Granollers, convirtiéndose en le primer atleta que corría la distancia en nuestro país debajo de los 60´ (59:26) (resumen de 8 minutos de la media maratón de Granollers 2008).

Dos meses más tarde era segundo en el Maratón de Londres con su mejor marca personal, 2h05:24, y solo superado por Martin Lel. Gracias a sus buenas actuaciones y a pesar de contar con apenas 21 años, Kenia le inscribe como parte del equipo para disputar el Maratón Olímpico de Pekín.


Los éxitos traen consigo muchas cosas, entre ellas: DINERO.


El 24 de Agosto, y bajo un sol de justica, con una temperatura que rondó los 24º durante toda la prueba y una humedad media del 52%, en la ciudad a la que “Gebre” había renunciado ir a correr por la alta contaminación, Wanjiru entraba en el Olimpo de los héroes atléticos. Ganaba la primera medalla de Oro en la maratón olímpica para Kenia, con apenas 21 años y lo hacia además con nuevo récord olímpico 2h06:32, una marca estratosférica dadas las durísimas condiciones en las que tenían que competir los participantes.

Los éxitos traen consigo muchas cosas, entre ellas: DINERO. Sammy que vivió una infancia terrible veía ahora la cuenta de su banco llena de muchos ceros pero así como entraban salían.

Derrochaba dinero con una facilidad pasmosa, no le negaba una ayuda a nadie que se la pedía y compraba todo sin preguntar el precio (se comenta que fue engañado mil y una veces, pagando mucho más del valor real de muchas de las adquisiciones que poseía) su fama de derrochador solo era superada por su fama de mujeriego, Wanjiru que se había casado en el año 2005 con Triza Njeri, no era hombre de una sola mujer. Derrochador, mujeriego y bebedor empedernido. Wanjiru se pasaba la vida entrenando o bebiendo. Después de cada gran competición se refugiaba en la bebida, no era raro verle muy pasado de peso y deambulando a altas horas de la mañana.

Su madre Hannah, a la que el joven atleta había comprado una casa a escasos metros de la suya, luchaba con su mujer por controlar su vida. Imposible.

A pesar de su vida desordenada y de sus graves problemas con la bebida, Wanjiru correría en el 2009 la Maratón de Londres que acabaría ganando con record del circuito (2h05:10) y la de Chicago, en la que también imponía su ley con la mejor marca de a competición (2h05:41).

Pero en el año 2009 los titulares buenos que siempre le acompañaban, venían con malos también debajo del brazo. Sammy comenzaba un idilio amoroso con la también atleta Mary Wacera. Pese a que Wanjiru ya era padre de dos hijos, en Diciembre del 2009 contraía matrimonio con la joven atleta, algo común en algunas regiones de África el que un hombre pudiera tenar varias mujeres, y a sus problemas con el alcohol, y su vida desordenada, se le unió un triangulo amoroso que acabaría por costarle la vida.


Si para celebrar sus victorias brindaba con excesos de alcohol, para las penas aun más.


Foto: Africa Review

En el año 2010 Wanjru fue contratado con un suculento fijo de salida para correr en Londres, sin embargo su estado físico estaba lejos de ser el ideal y apenas puedo aguantar en el grupo de cabeza unos 20 kilómetros, retirándose de la prueba al paso por el medio maratón.

Si para celebrar sus victorias brindaba con excesos de alcohol, para las penas aun más. Sus graves problemas con la botella ya no eran un secreto para nadie y su manager, Federico Rosa, temiéndose lo peor (que no lo quisieran en ninguna de las grandes pruebas lo cual también le repercutía a el económicamente) habló con el atleta y le pidió que viajara con el Italia para tratar sus graves problemas con la bebida y sacarlo de esa espiral de autodestrucción en la que estaba sometida su vida.

Wanjiru se fue a Italia y volvió en agosto de ese año a Eldoret, el atleta volvía en una forma deplorable y con un gran problema de sobrepeso, quedaban 2 meses para correr Chicago, prueba que ya había confirmado su presencia y su manager le pidió que renunciara, que dejara pasar el año y que pensar en el siguiente, sin embargo Wanjiru le pidió que no lo quitaran de la prueba, prometía trabajo duro y lucha diaria para volver a ser el que era.

En esa preparación de apenas dos meses Sammy llegó a realizar tiradas largas de mas de 30 kilómetros en la altitud de Kenia (2400m) a media de 3:10” el kilometro, empezando muy tranquilo y terminando con kilómetros cercanos a los 2:45”.

Así llegó a Chicago, su abandono en Londres y sus problemas, de los que todos ya eran conscientes, le apartan de la vitola de favorito.

Ese día Chicago contaba con 3 liebres que marcarían el paso de la prueba, la media maratón se cubrió en 1h02:35 y en el grupo de cabeza estaba Wanjiru.

La prueba se rompía en el kilometro 30, Kebede, el atleta Etíope, lanzaba un ataque demoledor que dejaba en el grupo de cabeza a Lilesa, Korir, él mismo y Wanjiru. Poco antes del kilómetro 40 la lucha por la victoria era cosa de dos: Wanjiru y Kebede, en un mano a mano épico, una lucha que pasará a la historia del maratón mundial como el mejor final de la prueba de todos los tiempos. Kebede atacaba y descolgaba a Wanjiru, este se rehacía y volvía a la cabeza de la prueba para a su vez intentar descolgar al etíope que ni por asomo quería perder el privilegio de la victoria, el tira y afloja fue constante hasta que a falta de 400 metros Sammy haciendo gala de toda su potencia y calidad dejó clavado al pequeño Etíope para llevarse la victoria.

Toni Reavis que viajaba en una moto cubriendo la carrera comentó esos dos últimos kilómetros de esta manera:
“¡Ahí esta ahora Wanjiru! Codo con codo…… recordemos que son 500.000 dólares para el ganador…… ¡guau! Sammy se ha quedado atrás tres veces pero se niega a darse por vencido…. Esto es un combate como el de Frasier contra Ali…. ¡Ahí va Kebede! Le quiere clavar una estaca en el corazón, Wanjiru responde!!! No va a ceder sin luchar!! ¡Menuda carrera!! ¿Qué podemos decir? Quedan menos de 1000 metros …..¡Ahí va Kebede de nuevo!! Un ataque duro duro duro!! Pero Wanjiru sigue ahí lo tiene!! … la ultima cuesta de la carrera…. ¡ahora es Wanjiru!! Es la primer a vez que lo intenta! ¡Miren a Wanjiru!! Madre de dios!!! Que huevos tiene este tío!! Lo va a conseguir!!! Es la mejor carrera de su vida, una victoria increíble!!”

Última milla de la prueba con los comentarios de Reavis, imposible no emocionarse:

[*Aquí un vídeo resumen de 25′ con la narración de Juan José Martínez]

Fue la última obra de arte de un genio.

Tras su victoria en Chicago Wanjiru volvió a la bebida, incapaz de mantenerse sobrio, bebida de día y de noche. A finales del 2010 una trifulca amorosa empezaría con la que sería el fin de la vida del genio Keniano. Una durísima discusión con su primera mujer, y sin llegar a ser consciente de sus actos,  llevó a este a presentarse en su casa con un fusil de asalto AK-47, golpeó a un guardia de seguridad y amenazó de muerte a su ama de llaves, Wanjiru que negaba tajantemente los hecho ante el juez, era puesto en libertad a los 3 días, gracias a que su esposa Njeri firmaba una declaración en el que lo exculpaba de todo (se dice que para que firmara ese documento obligó a Wanjiru a que dejase a su segunda esposa Wacera).

Wanjiru se mudó a Eldoret junto con su grupo de entrenamiento y de su entrenador: Claudio Brardelli;  en un intento de controlarle, este último asignó al atleta Daniel Gatheru como acompañante constante en todo momento de Sammy. Wanjiru estaba preparando el maratón de Nueva York cuando el 14 de Mayo de 2011 tuvo que viajar a Nyahururu, donde residía su esposa y su madre. A pesar de que viajó con Gatheru, Wanjiru no dudó en detenerse varias veces en el camino para beber y verse con antiguas amantes, una de ellas Jane Nduta, camarera de un restaurante en el que el atleta se refugiaba para beber, se subió al coche y viajó con el hasta la residencia de este. Poco después de la llegada de los dos amantes a la casa llega su mujer, tras una violenta discusión encierra a ambos en un cuarto mientras corre a avisar a la prensa. Wanjiru, bebido y en una espiral de destrucción busca salir de la habitación de la única forma posible y salta desde el balcón de la misma. Sammy calcula mal las distancias y cae desde una altura de 3 metros golpeándose fuertemente la cabeza. Muere poco mas tarde debido a las grandes lesiones internas sufridas. Era el fin de un hombre llamado a reinar en el maratón mundial.

Las circunstancias de su muerte (hay hipótesis de suicido y fuentes cercanas al atleta que hablan de asesinato) son una incógnita.

Él fue el hombre de la batalla más épica de Chicago: Sammy Wanjiru.

@Kidzapatillas


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