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Antes del maratón, leña al mono

No importa lo que te hayan contado, si ya lo has vivido o si te han avisado. De nada sirve saber cuándo llega y cuándo se va. Como cada kilómetro de la hazaña de Filípides, el Síndrome Pre-Maratoniano te da en toda la jeta sí o sí. Si ya has corrido algún maratón o estás a menos de una semana de hacerlo por primera vez, sabrás de qué estoy hablando y te sonaran sus síntomas:

  1. Lo que te duele, te duele más y si no te duele nada algo te dolerá.

No falla, las molestias pre-maratón llaman a tu puerta lo quieras o no. Eres víctima de una hipocondría musculo esquelética en toda regla mientras los fisios y osteópatas deportivos de tu agenda se frotan las manos. Cada mañana al levantarte te chequeas. A veces parece que duele, o que solo molesta y que vuelve a doler. Otras lo que dolía deja de doler. Entonces entras en la fase aguda de este síntoma, la fase fantasmal. Las lesiones que no sabes si son reales o fruto de tu estado pre. Dudas si acudir al fisio. No hay nada más absurdo que decirle “no sé si me duele aquí”. Al final vas, no una, si no cuatro veces. Te trata hasta los párpados. El último día sales con cara de “me ha dejado como nuevo”, más por lo que te ha rascado el bolsillo que por lo que sientes. El síntoma número 3 de esta lista te impide cualquier atisbo de seguridad.

  1. Paranoia viral y bacteriana.

De repente el mundo está lleno de gérmenes peligrosísimos dispuestos con saña a cebarse contigo y solo contigo. El de al lado no tiene un maratón dentro de una semana, no sirve. El castigo de un simple resfriado es más temido en estos momentos que un ataque nuclear en el centro de tu salón. Cualquiera es sospechoso de querer inocularte un virus tosiendo o manoseando un pañuelo lleno de mocos.

No te sirve que te digan que es un simple carraspeo o que es la servilleta de la comida. Los mandabas a todos a su casa con una mascarilla de titanio en la cara y sin respirar. Y si tienes críos en casa ya la paranoia cobra dimensiones interplanetarias. Son portadores de toda la gama posible de rinovirus, virus paragripales y sus puñeteras mutaciones. ¡Son portadores de tu posible fracaso deportivo! ¡Cómo no te ibas a preocupar! Las guarderías deberían cerrar una semana antes de cualquier maratón.

  1. Trastorno Y-SI.

Oyes voces en tu cabeza. No hay manera de hacerlas callar. Pensamientos intrusivos y recurrentes del tipo “y si no he entrenado lo suficiente”, “y si no llego al km 35”, “y si me sienta mal el gel del km 21”, “y si me he cortado demasiado las uñas de los pies”… Cualquier hecho, sea de la naturaleza que sea, que ocurra delante de tus narices o pase por tu cabeza y que tenga que ver con la maratón (que serán todos) es susceptible de entrar a formar parte de este complicado análisis donde no importa la conclusión, solo el planteamiento y a ser posible planteamiento negativo, que produzca inquietud y preocupación, mucha preocupación por favor.

  1. Todo se reduce a una sola cosa… en unos días tienes una maratón.

No hay nada más importante, todo tiene que ver y todo ocurre por un solo motivo… tu maratón. Lo que comes, lo comes por tu maratón, te cortas el pelo por tu maratón, duermes más por tu maratón, alguna cerveza menos por tu maratón… Si solo hablas de tu maratón, que no se equivoque nadie, no es obsesión, se trata de concentración. ¡Tu maratón es tu maratón! Has estado entrenando durante semanas, en las que posiblemente ya has aburrido lo suficiente a los tuyos con cifras y tiempos, pero no han hecho lo importante… ¡soportarte la última semana!

No sé que opinará la comunidad médica de este síndrome pero sí sé lo que de él llegó a decir una atleta de renombre. Algo mucho más serio que lo anterior por supuesto. Hablo ni más ni menos que de lo manifestado en su día por la campeona olímpica de maratón Joan Benoit. Lo llamó incluso PMS (Pre-Marathon Syndrome) y dijo algo así como:

“Sabes que es importante ir reduciendo para que tu musculatura se vaya recuperando, aumente tu capacidad de almacenamiento de glucógeno y se refuerce tu sistema inmunológico pero cuando te has acostumbrado a entrenar duro y disfrutas del chute de endorfinas que eso produce, el tapering puede hacerte sentir un adicto sufriendo de abstinencia”

Y ahí está la clave. El Síndrome Pre-Maratón no es más que la tortura a la que nos somete nuestro cuerpo y mente en pleno mono, porque lo reconozcamos o no, somos yonquis de la zapatilla y la endorfina. Nos machacamos con intervalos y kilometradas durante semanas, en cada una más que en la anterior, y el cuerpo nos regala felicidad inundando nuestro cerebro de péptidos opioides endógenos. ¿Cómo no va a darnos dolores, paranoias y obsesiones cuando dejamos de hacerlo unas semanas antes del maratón?

No hay vacuna ni cura para este mono. La confianza y el optimismo son la mejor manera de afrontarlo,… hasta que llegue ese día en el que con un dorsal en el pecho y no parando durante 42 kms vuelvas a empacharte de endorfinas. Así que no le des más vueltas y déjalo correr, que el síndrome que hay que temer no es el pre, es el de después.

@PinguinaVeloz  · La Pingüina Veloz

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4 COMENTARIOS

  1. Hola a tod@s.
    Antes de nada quería felicitaros por vuestras publicaciones , pues siempre tienen la finalidad de enseñar y dar a conocer muchos aspectos relacionados con el running.
    Dicho esto quería recomendar a todos los corredores de maratones y medias maratones , que le tengan mucho respeto a esas distancias , hoy en día considero una barbaridad que mucha muchísima gente , fruto de las modas , a las primeras de cambio se apuntan a un maratón como si fuera cualquier cosa , una falta de respeto inimaginable. Es una prueba que pasa factura y puede salir muy cara si no entrenas correctamente.
    Hoy el colmo ha sido escuchar por la radio que regalaban dorsales del maratón de Barcelona , como si de lotes de embutidos se tratara , una pena. La disfrute,estube con los primeros y la marca fue muy buena.
    Ser prudentes , mi primer maratón la hice después de muchos años en el atletismo.
    Cuidaros y disfrutar del correr !

  2. Y si al vecino que va a correr contigo le duele… a mi me duele más… me recuerda a las abuelillas en la sala de espera de la consulta del médico de cabecera, donde tirando de currículum airean una tras otra todas las dolencias y enfermedades que padecen o han padecido, eso si… la mía siempre es mas importante.., la mía duele más…
    una pastilla de tranquilectol 500mg cada ocho horas,
    dos sobres de corajedeina 600mg al día, disueltos en bebida energética y a por todas Pingüina!!!
    mucha suerte en Sevilla y haz hueco en la maleta para ese sub-3:50

  3. Clavado. Mi paranoia particular es bacteriana. Siempre pienso que me van a pegar una gripe los dias antes, es algo de estudio. No importan las maratones que lleve, siempre me entra el pánico por los virus los días antes. Tengo que mirarme esto.

  4. Genial , me he reido y me he visto en muchas de las cosas que dices . En casa me evitan coincidir conmigo en las comidas para que no les de la paliza . Real y cierto como la vida misma

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