El 27 de mayo de 2015 varios dirigentes de la FIFA son detenidos en Suiza a petición de la justicia de Estados Unidos que solicita su extradición para juzgarlos por presunta corrupción. Walter de Gregorio, portavoz del organismo futbolístico, se apresura a exculpar a Joseph Blatter, presidente de la FIFA. También descarta cambiar las sedes de los próximos Mundiales de fútbol de 2018 y 2022. Del mismo modo asegura que la convocatoria de elecciones para elegir al proximo presidente sigue adelante. Acusaciones de soborno y corrupción se suceden a partir del momento de la detención.