Vermaelen

Biografia Personal

Por Miki Soria

Thomas Vermaelen (14-11-1985, Kapellen) se hizo futbolista en la fructífera escuela del Ajax. Después de unos primeros años en el Germinal Beerschot (antes Germinal Ekeren), el central belga se unió al fútbol base del Ajax el año 2000, con 15 años, y debutó el 15 de febrero de 2004 con el primer equipo.

Fue su único partido esa temporada, pero suficiente para incluir esa liga que acabaría ganando el Ajax en su palmarés (la única que consiguió el belga). Para que tuviera minutos, el año siguiente fue cedido al RKC Waalwijk, club con el cual disputaría 14 partidos.

Comparado en sus inicios con Frank de Boer, creció bajo la influencia de la escuela ‘ajacied’ y aprendió la importancia de salir con el balón controlado en el inicio de la jugada. En el Ajax se encontró con la figura de un mito como Van Basten en el banquillo el curso 2008-09 y ocupó tanto el lateral izquierdo como la posición de central, su opción preferida. Vermaelen fue capitán en el conjunto holandés y sus actuaciones hicieron que el Arsenal desembolsara 12 millones de euros por él.

En el conjunto ‘gunner’ su irrupción el curso 2009-10 fue formidable y pronto se convirtió en uno de los favoritos de la hinchada.

Vermaelen mostró rápidamente su catálogo de virtudes. La primera, una intensidad encomiable en cada acción. El belga es de esos defensas que tanto gustan en la Premier. En primer lugar porque domina el ‘tackle’ (barre muchos balones al ras y es un corrector espléndido) y, en segundo, porque es un especialista en el juego aéreo (en su primera campaña en el conjunto ‘gunner’ llegó a marcar siete tantos en jugadas a balón parado para un total de ocho goles).

Su idilio con el Arsenal se fue deteriorando tras sufrir una importante lesión en el tendón de Aquiles en un encuentro con Bélgica. En total el central estuvo ocho meses de baja.

En su tercera temporada como ‘gunner’, y tras la salida del entonces capitán Cesc Fàbregas, se convirtió en el segundo capitán por detrás de Van Persie. Vermaelen tuvo que seguir un tratamiento específico para el tendón de Aquiles en el arranque de curso que le tuvo seis semanas de baja, pero Wenger no dudó en pedir su renovación. Un gesto que el central agradeció especialmente.

A pesar de las lesiones y su creciente pérdida de protagonismo, Wenger le dio la capitanía el curso 2012-13 tras el adiós de Van Persie rumbo al United. Contra pronóstico, la decisión del técnico francés coincidiría con una las temporadas más controvertidas del belga. Sus pobres actuaciones frente a los grandes de la Premier subrayaron los problemas posicionales del central cuando no se encuentra en su mejor forma física. El ímpetu por anticipar situaciones de peligro y su instinto por irse al ataque le jugaron malas pasadas al futbolista. Y la química entre la pareja de centrales Mertesacker y Koscielny hizo el resto.

Vermaelen perdía posiciones en las preferencias de Wenger y el belga convivía mal con las rotaciones. Tampoco ayudó en su último curso la decisión de Wenger de alinearlo en el lateral izquierdo en algunos partidos y varias lesiones (espalda y rodilla) que torpedearon cualquier opción de continuidad.