Cada uno en su sitio y Leo en el de todos

Cuando miramos un partido de fútbol nos pueden llegar sensaciones de lo que sucede en todo el campo pero tendemos a fijarnos más a lo que pasa con el balón. Pero cuando acaba el partido cada vez nos llegan más datos, bien en forma de estadística o de mapas de calor que nos permiten desgranar los kilómetros recorridos, las jugadas realizadas o las posiciones de jugadores en el campo de manera milimétrica.

Gracias a estos recursos pudimos ver cómo Luis Suárez ante el Manchester City estuvo corriendo por todo el campo y ocupó poco rato su posición habitual en la punta del equipo o que Leo Messi ante el Granada se pasó mucho más rato en la zona del centro del campo que en la delantera. También se cuentan los kilómetros que recorrió cada jugador, de hecho la Champions es un dato que va aportando en vivo en las retransmisiones de su competición, o las combinaciones más habituales entre jugadores del equipo.

Bienvenidas sean todas las ayudas que tengamos para explicar el fútbol de la manera más práctica posible pero siempre con la sensatez por delante. Y, sinceramente, el mapa de calor de Leo Messi un día que marca tres goles o da dos asistencias no importa si revela que se pasó el 20% del tiempo en el banderín de córner. Seguro que a los técnicos todos estos datos les aportan mucha información y a nosotros nos pueden servir para explicar coincidencias o curiosidades. Pero de hecho, tanto a Pep, como a Tito, como al Tata y a Luis Enrique les hemos escuchado decir que dejan a Leo Messi ubicarse en el campo en el lugar que crea que es mejor para el equipo y que puede aportar más según el partido. Si el lateral derecho no visita su zona teórica de acción o el central derecho no combina ni una sola vez con el lateral evidencia problemas y nos sirven para hacer un diagnóstico de los problemas del equipo. Pero en el caso de Leo Messi dejar solo a este filtro como juez de sus partidos seguro nos deja una sensación que dista mucho de la realidad o de las sensaciones que podemos tener al verle en acción. La libertad de Leo en el campo es innegociable aunque los mapas digan lo contrario.