El TAS y La Masia

Pendientes de la resolución del TAS por los reconocidos errores que el Barcelona de Rosell y Bartomeu hizo en la contratación de jóvenes talentos para el fútbol base del club, el papel del filial y del fútbol base adquiere, si cabe, todavía mayor trascendencia. 

Para los recién llegados sólo decirles que las clasificaciones de los equipos clave para el primer equipo no son nada buenas: el filial está a un punto de la zona de descenso y el Juvenil A pasa por la peor temporada en muchos años, quinto, por detrás del Espanyol, Mallorca, Damm y Manacor. Y dicho esto e informando que el Barça plantea plantillas muy jóvenes para ayudar a la progresión de los chicos, destacaremos que las clasificaciones no deberían ser nunca un motivo único (pero sí uno más) para alertar a los aficionados y, por supuesto, a las autoridades del club. El presidente debe tener dolores de barriga ya que en el balance de la temporada pasada destacó los 13 títulos del fútbol base como si ésta fuera la gran noticia de la formación. Un elemento más de la descomposición del club.

Nos quedaremos en el Barça B de Eusebio, que viene de perder 7 a 0 ante el Valladolid y que ve peligrar la categoría. De su gestión depende que el camino de los jóvenes hacia el primer equipo sea como hasta ahora o que se comprometa teniendo que competir en la terrible 2a B. Todo influye: los jugadores con proyección o los que completan el grupo; los que acaban contrato y los que siguen; los que suben y bajan; los que subieron un día y ahora ya no; los movimientos sospechosos en forma de fichajes y renovaciones…, en definitiva, el yo o el equipo que se puede llevar por delante los intereses del club. 

Atención, además, a las decisiones de Luís Enrique (¿volverán a subir los futbolistas del filial mientras su rendimiento sea éste? y, sobre todo, de Zubi responsable deportivo. Hay tiempo para actuar pero ni un segundo más para dudar. Aunque en el club sean auténticos especialistas en estos menesteres…