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Querer o no quererla

Suárez marcó otro gol para el tridente del FC Barcelona

Suárez marcó otro gol para el tridente del FC Barcelona / sport

XAVI TORRES

Minuto 80. Pase extraordinario de Messi a Suárez que, en el uno contra uno ante Adán, no falla y establece el 0 a 2. La Liga, más cerca. Gran gol. ¿Sólo gran gol? Rebobinemos. Iniesta le cede al balón a Messi a unos 40 metros de la portería, en posición centrada. Atención al escenario del astro argentino: nueve futbolistas del Betis entre él y la portería. A su izquierda, no puede combinar con Iniesta porque está marcado por Musonda ni con Neymar, que vive detrás de Petros; a su derecha, Sergi Roberto está demasido pegado a la banda, vigilado por Montoya; por delante, tampoco puede jugar con Rakitic, que se ha colocado detrás de N’Zonzi y Portillo y no concede ninguna línea de pase. Todos parados. Todos pendientes del 10. ¿Todos? No, todos no. Una vez más, en el minuto 80 igual que en el primero, Luis Suárez esprinta para dar luz al pase de su compañero. Se va de Cejudo y Pezzella, que solamente estaban pendientes del balón. Y claro, si Suárez vio el espacio, ¡imagínense Messi! Eso sí, sólo lo vieron ellos, la conexión del mejor aprovecha-espacios del mundo con el mejor lee-espacios del universo. Y después, por supuesto, precisión en el pase y en el remate. Ahora sí, 0-2. Golazo para ahullentar todos los miedos que coartan la personalidad de muchos jugadores y que en situaciones como la actual parecen menos buenos.

Pronto llegarán las listas de fichajes. Seguro que serán muy largas, llenas de nombres y más nombres, la mayoría producto de intereses variados procedentes de los clubes, de los propios jugadores o incluso de las empresas de comunicación. Lo que habrá que comprobar es si son de los que piden el balón siempre o solo cuando el viento sopla de cara. Querer o no quererlo, Ésta es la cuestión.

MANEL VICH. Él ha conocido casi a todos los grandes. A Kubala, a todos los húngaros, a HH, a Suárez, Cruyff, Maradona, Schuster, Lineker, Laudrup, Koeman, Stoitchkov; a los brasileños Romário, Ronaldo, Rivaldo, Ronaldinho, Neymar; a los maravillosos canteranos Xavi, Puyol, Valdés, Piqué, Iniesta... Por supuesto, a Messi. A todos. Y todos lo han querido. Y todos están tristes. Y nosotros los periodistas, que no somos nadie, también, porque él nos trataba como a sus ‘hijos futbolistas’. Igual. Tanta generosidad ya se echa de menos.