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Profesionalidad

Luis Enrique está gestionando a la perfección el vestuario

Luis Enrique está gestionando a la perfección el vestuario / sport

Xavi Torres

Excelente victoria del Barcelona ante el Espanyol que deja las cosas igual pero con un partido menos. Mientras Messi viva obstinado en no permitir el debate sobre su reinado futbolístico (incluso en Madrid y Portugal) el Barça tiene mucho terreno ganado.

En este sentido es loable la actuación de Luis Enrique. Recordará el aficionado que tras el desastre de Anoeta (4 de enero) Messi agotó su paciencia en las relaciones con el entrenador y se desató la tempestad. Para el técnico no fue sencillo asumir su situación de debilidad pero continuar su batalla contra determinados gestos del 10 le hubiera llevado a perder la guerra. Para Luis Enrique ceder terreno supuso enormes dolores de barriga pero, con el tiempo (y la ayuda de los consejos de Xavi, entre otros), su gestión ha supuesto un gran beneficio para el equipo. Desde la más estricta profesionalidad y sin relaciones personales, entrenador y estrella han sabido convivir para dejar hoy al Barça en situación de ganar el triplete.

En Sevilla, el 11 de abril, Neymar hizo un feo al entrenador cuando éste decidió sustituirlo. El brasileño, crecido por su buena temporada (y aquel día, un gran gol de falta), se creyó con capacidad para desafiar a la autoridad. Y se le fue la mano. ¿Que debía hacer Luis Enrique? ¿Volver a ceder? La lectura del incidente, ese 11 de abril, fue diferente. Ese mismo día, en las entrañas del Sánchez Pizjuán, Luis Enrique dejó en evidencia a Neymar delante de todos los jugadores. Mascherano ya puso orden en el propio banquillo pero después fue el grupo quien bendijo la actuación de su entrenador. Neymar no es Messi. La opción de poder discutir con el entrenador -por supuesto, en la intimidad- hay que ganársela en el campo. ¿Castigo? El escarnio antes sus compañeros fue suficiente. Hoy las relaciones personales del brasileño con su entrenador son como las de Messi pero, como en el caso del argentino, el Barça ha vuelto a salir ganando. Una vez más, Cruyff tiene razón: “El entrenador del Barça sólo ocupa el 30% de su tiempo en fútbol pero acertar en el 70% restante es el que te va a dar los títulos”. Y también perder el pelo y fabricar arrugas.