EL FÚTBOL ES ARTE

Grandeza

Piqué

Bien por Piqué y Luis Enrique, que huyen de las excusas y el victimismo para profundizar en la autocrítica / sport

Xavi Torres

Después de siete jornadas de Liga hay cosas respecto al Barça que no son normales: dos derrotas duras en Vigo y Sevilla, cuatro victorias por la mínima (Athletic, Málaga, Atlético de Madrid y Las Palmas) y una sola holgada (Levante). Resultados justitos, vaya. Tampoco es normal haber encajado nueve goles y solamente haber marcado doce y, por tanto, suena a extraño que esta diferencia de goles de +3 es la que provoca que el Barcelona sea ahora mismo el cuarto clasificado de la competición. Raro también.

Razones: las lesiones que han mermado el equipo; la contundencia en las áreas que ha desaparecido; la suerte en determinados momentos que ha hecho que el balón, en vez de ir a gol, vaya al palo; un calendario duro; algún árbitro con gafas de madera; la dichosa FIFA... Por suerte, dirán algunos, el Real Madrid no ha aprovechado ninguno de los contratiempos azulgrana y vive, tras esas siete jornadas de Liga, con los mismos 15 puntos que el Barça. Rafa Benítez, con sus miedos, con su espíritu de entrenador de equipo pequeño, todavía no ha dado con la tecla. 

Sin embargo todos estos argumentos sirven de poco. O mejor, de nada. Los títulos se ganan por méritos propios y no por deméritos de los demás. La historia del Barcelona demuestra que siempre que el club ha vivido abrazado al victimismo los títulos han llegado en cuentagotas. En cambio, cuando ha vivido con orgullo su esencia, cuando ha trabajado más que nadie a pesar de las adversidades, cuando se ha centrado en el balón y ha huido del ruido colateral, entonces el Barça se ha convertido en el referente mundial del sector. Así que, con perdón, no hay otra.

Y llegados a este punto, mis respetos más sinceros para los discursos de Luis Enrique y Gerard Piqué huyendo de todas las excusas generales. El técnico acierta cuando se centra en el fútbol y se olvida de las conspiraciones (¡que se dediquen los directivos a acabar con ellas!) y el defensa da la cara haciendo autocrítica. Este es el camino. Falta acierto, concentración, táctica y, también, más fútbol. Y solamente así, pensando en grande y mirándose el ombligo propio antes que el del rival, el Barça regresará a la senda del éxito.

¡Ah! ¿Que falta Messi? Sí, por supuesto, y es insustituible, pero la grandeza del club también da para ganar sin él. Autocrítica para crecer. Para ser grandes.