¡Todos con Garbiñe!

Garbiñe Muguruza se siente más preparada que hace dos años

Garbiñe Muguruza se siente más preparada que hace dos años / EFE

Neus Yerro

Las casas de apuestas británicas suelen ser un claro indicativo de por dónde irán los tiros. Pero esta vez, la igualdad es máxima.

Este mediodía (15.00 horas, en directo en #0 y Movistar+ Deportes 2) la encarnación de la ambición y juventud, Garbiñe Muguruza, contra la experiencia e historia de Venus Williams en Wimbledon.

La final femenina, que enfrenta a dos tenistas de estilos similares, agresivos, de fuerte pegada, intensidad y ritmo de juego altos... lo único que podemos vaticinar es que no habrá tregua. 

IMPERIO WILLIAMS

A sus 37 años, la mayor de las Williams está defendiendo el pabellón... o mejor dicho, el imperio familiar en Londres. Desde el año 2000 sólo cuatro mujeres han podido retar el dominio de Serena y Venus en el All England Club, donde entre ambas han acumulado doce coronas en las últimas 17 ediciones disputadas.

Maria Sharapova (2004), Amelie Mauresmo (2006), Petra Kvitova (2011 y 2014) y Marion Bartoli (2013) son las únicas que han puesto en cuestión el apabullante dominio de las dos hermanas que cambiaron el tenis –como reconocía la propia Conchita Martínez, entrenadora en Londres de Muguruza– y que han hecho de Wimbledon su fortín.

Ni se miraron

Las dos finalistas siguieron las mismas rutinas de siempre. Sin alteraciones. Se cruzaron camino de las pistas de entrenamiento y ni se miraron. Cada una a lo suyo. Y con los suyos. Aunque sí hubo algo que Garbiñe sí hizo y Venus, no: hablar con la prensa el día antes de la final.

La tenista nacida en Caracas parece estar tranquila. Ya sabe lo que es estar ahí en Wimbledon... e incluso más allá en Roland Garros. Fue hace doce meses, en la que era su última final en el circuito hasta hoy, cuando descubrió “la diferencia que hay entre ganar y no”.

Y a Muguruza le gusta ganar. Su espíritu competitivo, que tanto se echaba en falta desde hace algún tiempo, ha vuelto a ella. Las cosas parecen estar en su sitio. Y eso se ve en la pista. No lo dice en voz alta (no sería elegante) pero en su fuero interno Garbiñe siente que ha llegado su momento.

“Me veo con más oportunidades que hace cinco días. Quiero salir a la pista y pensar que puedo ganar y creérmelo. Deberé estar muy atenta, agresiva y a la vez tranquila, no hay más secretos. Definitivamente quiero llevarme el trofeo grande”, sentenció.

Ya sabe lo que es estar ahí. Ya sabe lo que es entrar en esa ‘catedral’ del tenis que recibe con el mayor de los respetos a sus héroes y heroínas. Impone. Pero Muguruza  ya no es la de 2015, la que se sorprendió a sí misma al “jugar esa final (ante Serena). Estaba hecha un manojo de nervios y todo me parecía tan bonito...”, recordó.  

No esconde, sin embargo, la admiración que le provoca que su rival, a los 37 años, “todavía siga jugando, que tenga la motivación de jugar y siga viniendo a los torneos. El hecho de que aún tenga esa hambre por ganar títulos. Yo mo me imagino así...”

¿Un segundo Grand Slam para Muguruza y segunda campeona española en Wimbledon en toda su historia? ¿O sexto Wimbledon para Venus, sucediendo en el palmarés a su hermana menor, Serena? Hagan sus apuestas...