CICLISMO - VUELTA ESPAÑA 2016

Quintana emuló a Lucho Herrera y se vistió de rojo en los Lagos

El colombiano recuperó en liderato y se convirtió en el tercer 'escarabajo' que reina en la mítica ascensión asturiana tras Lucho Herrera y Oliverio Rincón

Nairo Quintana dio en los Lagos un paso de gigante en sus aspiraciones de ganar la Vuelta

Nairo Quintana dio en los Lagos un paso de gigante en sus aspiraciones de ganar la Vuelta / sport

EFE

El colombiano Nairo Quintana (Movistar) sobrevoló los Picos de Europa este lunes y firmó en solitario una exhibición que le dio la victoria en la décima etapa de la Vuelta disputada entre Lugones y Lagos de Covadonga (188,7 kilómetros), donde volvió a enfundarse el maillot rojo.

'El cóndor de Boyacá' demarró a cinco kilómetros de la cima respondiendo a un ataque de Alberto Contador, atrapó a los supervivientes de la fuga y se marchó imparable a la conquista de una cima mítica donde recuperó el primer puesto de la general.

El colombiano puso en evidencia a sus enemigos como hizo en La Camperona, aunque no logró eliminarlos. El holandés Robert Gesink (Lotto Jumbo) le siguió a 24 segundos y el 'resucitado' Chris Froome, a 25. El británico remontó de manera espectacular después de quedar descolgado a pie de puerto y logró mantener muy vivas sus opciones pensando siempre en la contrarreloj del penúltimo día entre Xàbia y Calpe, de 39 kilómetros.

Un activo Alberto Contador no pudo aguantar el hachazo de Quintana, terminó perdiendo 1:05 minutos y ya está a 2:54 en la general. Tampoco Valverde, que se dejó 28 segundos, ni el colombiano Chaves, que terminó a 1.02.

Otro golpe de moral para Nairo, de 26 años, convencido de que es posible ganar a su bestia negra en el Tour, un Froome que lo ha relegado dos veces al segundo puesto en París.

Last kilometer / Ultimo kilómetro - Stage 10... por la_vuelta

Y, de paso, rindió homenaje al mítico 'escarabajo' Lucho Herrera, quien levantó los brazos en Lagos dos veces, cuando ganó la general en 1987 y en 1991.

Buenos vientos para Movistar, que tira de calculadora ante la referida crono de Calpe. "Un minuto es poco, pero queda mucha montaña", decía Valverde, que sigue en la general a su jefe de filas a 57 segundos. Y un segundo después, amenazante, también tirando de números, Chris Froome, el hombre que nunca se rinde.

Fuera de los puestos del podio las diferencias aumentan. Esteban Chaves se aleja a 2.09 minutos y Alberto Contador, a 2.54. El madrileño lo intentó, se jugó la baza de seguir a Quintana o a Froome y se equivocó, tal y como reconoció en meta.

De nuevo la Vuelta en Lagos de Covadonga, primer puerto de categoría especial en la Vuelta, primer test serio, de verdad. En juego una victoria de prestigio en una cima que estrenó en 1983 Marino Lejarreta.

La salida desde Lugones fue rápida y nerviosa, con constantes intentos de fuga. Y con varias caídas, que afectaron entre otros muchos al colombiano Darwin Atapuma (BMC) y mandó a casa a Markel Irízar (Trek), Kevin Reza (FDJ) y Bartosz Huzarski (Bora).

Hasta el kilómetro 65 no se formó la fuga, compuesta por 16 corredores con el belga Ben Hermans (BMC) como mejor clasificado a 4:21 del maillot rojo. Fue líder virtual a 65 kilómetros de meta, cuando el pelotón encabezado por ciclistas del Etixx rodaba a cinco minutos.

A 46,7 kilómetros para la línea de meta los aventureros iniciaron la subida al Alto del Mirador del Fito (1ª categoría, 6,2 kilómetros al 7,8% de desnivel) con una ventaja de 3:04 minutos. El español Omar Fraile arrancó cerca del alto para puntuar en cabeza seguido del andaluz Luis Ángel Maté mientras el Movistar marcaba el ritmo en el tren de favoritos.

La escapada se fue diluyendo entre ataques sin consistencia. Parecía que el arreón del holandés Robert Gesink podía ser decisivo, pero fue una impresión errónea. La victoria se estaba cociendo en el pelotón de favoritos, donde se encendió la mecha con la alta jerarquía de protagonista.

Movistar tensó y Contador probó suerte en La Huesera, donde las rampas superan el 15 por ciento. Y se llevó tras de sí a Nairo Quintana, atento a la maniobra ganadora. De forma paralela, Froome perdió el tren y pareció despedirse de la Vuelta, pero también fue una lectura incorrecta.

Y eso que a falta de siete kilómetros llegó a perder más de un minuto. Con la presa débil, el colombiano y el madrileño se marcharon en busca de la gloria.Y hablaron. Una colaboración podía arruinar a Froome. Hubo relevos mientras las fuerzas respetaron al madrileño, pero Quintana andaba sobrado y a cuatro km de meta despegó como un avión pasado el Mirador de la Reina. Desatado, cazó a un exhausto Gesink, lo dejó sentado y se fue directo a la gloria.

Restaba por saber cuál sería la herida de Froome. Fiel a su estilo y estrategia de siempre, el británico subió a su ritmo y fue superando a todos los corredores que llevaba por delante con su 'molinillo'.

Una reacción casi milagrosa que evitó una descomunal avería. Entre perder más de un minuto y dejarse finalmente 28 segundos podría estar la diferencia entre ganar la Vuelta o no tener suficiente con su ansiada crono. ¡La prueba se anima!

Queda montaña para Quintana. Y la crono para Froome. Ahora a descansar, a hacer cuentas y el miércoles... ¡a Peña Cabarga!