Las tres etapas de montaña, la última opción de Valverde

Los Pirineos decidirán el Tour

Si el español Alejandro Valverde quiere arrebatarle el Tour a Vincenzo Nibali tendrá que atacar en las tres etapas pirenaicas que se inician hoy

El Tour ha concentrado su mayor dureza en las tres etapas de los Pirineos

El Tour ha concentrado su mayor dureza en las tres etapas de los Pirineos / sport

Agustí Bernaus

“Hay que intentar ganar este Tour”. La frase es de Alejandro Valverde, un corredor de 34 años consciente de que esta será su última oportunidad para lograrlo. El jefe de filas de Movistar, se enfrenta a un corredor, Vincenzo Nibali, que se ha apoderado del Tour con una ventaja de 4’37” y que en las dos primeras semanas de carrera no ha mostrado ninguna fisura. El dilema de Valverde ante los tres días de Pirineos, donde se encuentran las etapas más duras, es para no pegar ojo. Una estrategia ofensiva contra el italiano podría hacerle perder el segundo puesto  ante la nueva hornada del ciclismo francés: Romain Bardet y Thibaut Pinot, las amenazas que le pisan los talones junto al norteamericano Tejay Van Garderen, a quien debe mantener a raya para que en la contrarreloj individual del penúltimo día no le pase por encima.            

El maldito dilema es la pesadilla de Movistar, equipo que esta temporada ha conseguido el Giro de Italia con Nairo Quintana y que aspiraba a pisar el podio del Tour con Valverde. Ganarlo parece inaccesible, aunque Eusebio Unzué, el mánager de la formación, desconcierta con sus palabras: “Estamos donde nos propusimos, pero queremos mejorar y nos queda un puesto”. Tanto el técnico navarro como su corredor tienen una gran experiencia e batirse con corredores físicamente superiores. Y Nibali, por ahora, ha demostrado que lo es. Salió reforzado en el pavés mientras otros se rompían, ha burlado las caídas y ha sido el mejor tanto en los Vosgos como en los Alpes. Su preparación es sencillamente exquisita y además de convertirse en el patrón absoluto de la carrera ha ganado ya tres etapas emblemáticas. Nibali va camino de convertirse en uno de los pocos corredores que incoporen las tres grandes pruebas a su palmarés, algo que solo ha conseguido Alberto Contador de los ciclistas que siguen en activo. A estas alturas de la carrera, al italiano le ‘resbala’ que sus detractores aseguren que es líder por ausencia del escalador de Pinto y del británico Chris Froome: “No he robado nada a nadie. Todos los mejores estaban aquí”. 

Hoy, un día clave

Mientras Unzué insiste en que el italiano “de aquí a París no va a tener un camino de rosas”, el propio corredor reconoce que no cometerá el error de la Vuelta a España, cuando el ‘abuelo’ Chris Horner le saltó a la yugular y en el Angliru no consiguió soltarle. Nibali mantiene la concentración y en un principio recurrirá a una estretegia conservadora, es decir, de control de tiempo, lo que sin duda le vendría muy bien a Valverde si el murciano se ve obligado a mirar atrás en lugar de hacia adelante.

Para Movistar, probablemente, el mejor terreno de juego para intentar deshacerse de los jóvenes escaladores franceses de Ag2R y FDJ que han devuelto la ilusión a su país desde los tiempos de Laurent Jalabert, es la etapa de hoy que concluye en Bagneres de Luchon. Se trata de la etapa más larga de este Tour, con 237 Km. y un recorrido de desgaste, por cinco puertos. La carrera discurrirá por Portet d’Aspet, en cuyo descenso perdió la vida el italiano Fabio Casartelli, lugarteniente de Lance Armstrong, un 18 de julio de 1995.  Desde entonces, cada vez que  el Tour cruza el puerto, los organizadores depositan un ramo de flores en la placa que recuerda aquella  tragedia. Pero la clave de la etapa, sin lugar a dudar, será el último tramo de ascensión del inacabable Port de Balès, un categoría especial, con 20 Km. de ascensión, pero también con 24 Km. de descenso pronunciado, rápido y peligroso hasta la meta.  Bueno será recordar que en este escenario, en el 2010 Andy Schleck sufrió un salto de cadena subiendo que coincidió con un ataque de Alberto Contador. El de Pinto explicó que no se percató del incidente del luxemburgués, pero lo cierto es que la bajada sirvió para ampliar la ventaja ya que Contador contó con la ayuda de uno de os mejores bajadores del mundo, Samuel Sánchez, además de Denis Menchov.  Schleck, que coronó con 26” de retaso, llegó a meta 39” después y perdió el maillot amarillo a manos de Contador por 8 segundos.

Por contrapartida, en Pla d’Adet y Hautacam, si los franceses y Tejay Van Garderen no están eliminados de la lucha por el podio, Valverde, puede tener muchos problemas.