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Toc, toc, oiga, que soy el Barça...

Piqué, durante un anuncio de Qatar Airways

Piqué, durante un anuncio de Qatar Airways / sport

Toni Frieros

Una de las grandes sorpresas del periodo electoral fue la facilidad con la que aparecieron empresas dispuestas a patrocinar la camiseta del FC Barcelona. Con las reservas propias del caso, dado que era fácil querer ‘salir’ en la foto y aprovechar las circunstancias, ha quedado demostrado que era absolutamente imposible que el mejor equipo de fútbol del mundo solamente tuviera una opción para su camiseta: Qatar Airways. Vaya por delante que un contrato de esta índole y volumen lleva consigo muchas contrapartidas porque ya sean 30, 40, 50 o 60, son muchos millones de euros. Dar con una empresa puede ser relativamente fácil, ahora bien, cerrar todos los flecos es algo mucho más complejo.

Dicho esto, y después de haber hablando largo y tendido del tema con Farré, Benedito y Freixa, hay un denominador común. Si un simple exprecandidato (dicho con todo el respeto del mundo), si dos simples candidatos (idem) son capaces de atraer la atención de grandes empresas... ¿qué no puede conseguir el presidente electo del FC Barcelona con toda la maquinaria y fuerza que tiene detrás?

Por eso nunca me creí que en 2010 Sandro Rosell solo tuviera a Qatar Foundation y por eso me cuesta trabajo aceptar que toda una multinacional como IMG no lograra poner encima del tapete cuatro o cinco ofertas entre las que elegir. La camiseta del Barça es la más golosa del mercado. Y ya es hora de que se demuestre.