Donde el Barça quería estar

HAN PASADO SEIS MESES. El inicio de la temporada fue en agosto y después de medio año de competición, el Barcelona está justo en el sitio en el que quería. Con un pie en la final de la Copa del Rey, con el liderato de la Liga al alcance de la mano y con amplias posibilidades de pasar a los cuartos de final de la Champions League. Vivo en todas las competiciones. Quedan 21 partidos para que acabe la temporada, y el triplete está a tiro, unas posibilidades que pocos le hubieran dado de forma tan certera ni hace dos meses, cuando Luis Enrique y Leo Messi se pelearon, cuando los jugadores no entendían las rotaciones, ni tampoco a principio de temporada cuando el Madrid iba como una apisonadora aplastando rivales y el Barça no jugaba a nada. Las vicisitudes del Barcelona han ido notorias. Y sigue habiéndolas en el vestuario porque hay varios jugadores incómodos pero, por encima, de todo, está la profesionalidad de un equipo ejemplar. La convocatoria de elecciones también ayudó a calmar el entorno y la decisión puede que haya beneficiado al equipo.

Total, el Barça está ahí y las palabras de Luis Enrique efectuadas cuando las dudas asolaban al barcelonismo en las que aseguraba que el equipo iba por el buen camino resuenan ahora con más fuerza. Luis Enrique será como será, pero no es de los que traiciona sus principios. Va de cara, ha sabido amoldarse al vestuario. Este es su mérito.