Bartomeu, presidente y precandidato

Muchas cosas han cambiado desde que aquel 7 de enero, hace ya cuatro meses, un compungido Bartomeu comunicara su dimisión, y la de su junta directiva, al finalizar la competición del primer equipo, precedida por los ceses de Antoni Rossich y Andoni Zubizarreta. El anuncio de elecciones anticipadas dibujó un escenario, digamos, 'especial'. Sí, porque lo primero que hizo el todavía presidente fue añadir que él sería uno de los contendientes. A los pocos días se le añadieron, de forma oficial, Agustí Benedito y Jordi Farré. Bartomeu pidió una cosa a todos: juego limpio.

En este interín, cuatro meses, Bartomeu ha intensificado su agenda, apariciones públicas, actos, encuentros, a un ritmo frenético. ¿Es lo que le corresponde hacer a un presidente o lo hace vestido con el traje de precandidato? La línea entre una cosa y otra es tan fina que caben todo tipo de interpretaciones. La realidad, según explican personas dentro del club, es que Bartomeu está haciendo dos 'carreras'. Una es la agenda que despacha mano a mano con Albert Soler, del día a día. Y otra, la que lleva con Jaume Masferrer, su hombre de confianza en el diseño y estrategia de la campaña electoral. Masferrer pasa muchos días en el club y es aquí donde hay que poner el dedo en la llaga y preguntarse si esa actividad debería hacerla fuera de la entidad. Si le preguntáramos al resto de precandidatos, anunciados o no, seguro que la respuesta sería la misma: sí.