Siempre de cara

Luis Enrique, un tipo de carácter... y de club

Luis Enrique

Luis Enrique / sport

Tomàs Andreu

Nadie discute que Luis Enrique es un tipo de carácter acentuado. Con mayor o menor simpatía, el técnico asturiano se ‘moja’ siempre que lo estima oportuno con independencia de quedar mejor o peor. Si lo piensa, lo suelta y se queda tan a gusto.

El técnico del Barça jamás ha vivido condicionado por el que dirán. Los directivos le importan bien poco, la prensa se la trae al pairo y los jugadores tampoco le condicionan en exceso. Signos más que evidentes que configuran un carácter muy particular y alejado de convencionalismos.

Pero tampoco nos llevemos a engaños. Luis Enrique es independiente, sí; pero también un empleado agradecido. Como prueba de ello, nada mejor que escuchar al técnico repetir que nadie saldrá de la actual plantilla si no es previo pago de la cláusula de rescisión. Afirmaciones que no obedecen a la estricta realidad. Un discurso bien estructurado por el club, recogido y difundido desde todas las áreas de la entidad, pero que no es del todo cierto.

Si las lesiones lo permiten, el Barça será sensible a las peticiones de sus futbolistas y tanto Pedro como Adriano tiene más de un pie fuera del club. Eso sí, el mensaje de la directiva, refrendado por el técnico, es de obligado cumplimiento para negociar en posición firme y pelear hasta el último euro. Solo así se entiende que Luis Enrique y su carácter  sean benevolentes y se sometan a los intereses del club.