Siempre de cara

El ADN de Pedro y las injusticias

Pedro, en un partido de pretemporada con el Barça

Pedro, en un partido de pretemporada con el Barça / sport

Tomàs Andreu

Con frecuenca tendemos a simplificar en exceso. Dictar sentencias en una frase, en escasos segundos, es un deporte nacional. Y el Barça y la prensa no somos ajenos. Vayamos con un triste ejemplo. En los últimos años, hemos acuñado la denominación ‘ADN Barça’ para exponer un modelo basado en los éxitos deportivos a través de un juego excelso y eminentemente ofensivo. Siempre ejerciendo el control del balón y del partido. Un estereotipo acompañado de nombres propios: Messi, Xavi, Iniesta, Busquets y alguno más casi siempre se han llevado la gloria.

Es en estos momentos, a las puertas de despedir a un ilustre como Pedro, es justo y necesario admitir el craso error que hemos cometido con el canario. Porque sin Pedro sería difícil entender los títulos del equipo. Es innegable que el tridente marca un antes y un después, pero que nadie olvide que antes del Messi-Neymar-Suárez también había historia culé, títulos en clave blaugrana e, incluso, el primer triplete. Y en ese formato, Don Pedro Rodríguez siempre fue innegociable.

Y no quiero dejar pasar la oportunidad para mostrar mi preocupación por la evolución, o mejor dicho la falta de ella, de la cantera. Pedro, una vez más, es todo un ejemplo a seguir. La lectura de la biografía del canario debería ser de obligado cumplimiento en La Masia. Con Pedro de cabecera, la esterilidad del filial sería efímera. Los valores de Pedro también integran el ADN Barça.