Verdasco inflige a Nadal su derrota más temprana en Melbourne

Fernando Verdasco se ha tomado cumplida venganza de su derrota en las semifinales del Open de Australia 2009. Entonces fueron 5 horas y 14 minutos de partido. Esta vez, en 4 horas y 41 minutos, el tenista madrileño ha superado a Rafa Nadal por 7-6 (6), 4-6, 23-6, 7-6 (4) y 6-2 y accede a segunda ronda del primer Grand Slam de la temporada donde le espera el israelí Dudi Sela, 87 del mundo.

Es la derrota más temprana del balear en Australia. Y apenas la segunda vez que cae en su debut en un Grand Slam. La anterior fue en Wimbledon 2013 frente al belga Steve Darcis.

Partido de emociones. Sin tanto nivel de juego como en la semifinal de 2009 pero con la misma dosis de adrenalina... en los cuatro primeros sets. El guión ha sido prácticamente calcado al de que aquel épico enfrentamiento. Sin embargo, el desenlace en el quinto poco o nada ha tenido que ver con el dramático final de hace siete años.

A Rafa se le ha visto nervioso, dubitativo durante todo el encuentro, en ningún momento cómodo ante su actual compañero de dobles al que dominaba en las estadísticas por 14-2 (aunque esas dos victorias del madrileño se habían producido en sus tres últimos enfrentamientos). 

'Fer' jugaba a rachas. Encadenaba momentos extraordinarios de buen tenis con juegos de malos servicios (hasta 10 dobles faltas), se enfadaba consigo mismo con la elección de sus golpes, se pedía calma. Tenía el esquema claro: atacar. Porque Nadal se estaba defendiendo todo el tiempo, no se le veía suelto para mostrarse agresivo, que es, en definitiva, lo que está buscando en este arranque de temporada.

Verdasco es una montaña rusa a nivel mental que, sin embargo, cuando se centra, es uno de los tenistas más completos del circuito. En algunas fases recordó al jugador que llegó al 'top 10' y que, actualmente, figura en el puesto 47 del ranking. 

Verdasco ha estado a un nivel extraordinario en el quinto parcial. Ahí se ha salido el madrileño tras el 2-0 adverso que, en otras circunstancias, habría significado su despedida.

Ha encadenado seis juegos pegando de ambos lados (al final, 90 golpes ganadores por 37 de Nadal), rematando en la red (25 de 27). Y, como él mismo ha reconocido, "pegando sin saber cómo, he empezado a sentir la bola increíble y a cometer menos errores... y me ha salido perfecto".

En un visto y no visto, 5-2 para Verdasco. Y esta vez ya no ha habido más dudas. Ni remontadas épicas de Rafa que encadena tres decepciones en las tres últimas grandes citas: segunda ronda en Wimbledon, tercera en el US Open... y ahora en su primer partido en Melbourne Park.

Un nuevo revés a las aspiraciones de Nadal de recuperar su mejor versión. Aunque, paradójicamente, el mejor punto del día lo ha logrado Rafa. Es éste...