Open de Australia 2015

La tierra batida, el mejor aliado en las próximas semanas

Rafa Nadal vuelve el jueves a casa... y el lunes ya estará preparando la gira de tierra batida en Sudamérica

Nadal sabe que tiene que seguir trabajando para estar al máximo nivel

Nadal sabe que tiene que seguir trabajando para estar al máximo nivel / EFE

Neus Yerro

Si hay alguien capaz de hacer autocrítica, de analizar la situación, apenas minutos después de salir de una pista, ése es Rafa Nadal. En Melbourne, tras su contundente derrota ante Tomas Berdych, lo hizo. "No, no, no he jugado así, así... he jugado mal, lo puedes decir, no hay ningún problema", espetó, provocando la risa general.

El resultado confirma lo que Rafa venía advirtiendo: sus limitaciones a nivel de competitividad, en especial, cuando se enfrenta a los mejores y Berdych es uno de ellos, instalado desde 2010 entre los diez mejores. Sin embargo, estos cuartos de final habiendo disputado "sólo un partido este año y cinco en siete meses, precisan también de una lectura positiva: regresa a casa "con mejor sensación que al llegar porque sin estar a mi mejor nivel he sido capaz de llegar a cuartos. Aunque mi exigencia es siempre llegar lo más lejos posible, en los últimos siete meses me ha faltado competir así que hay que estar preparado para aceptar todas las situaciones que se me presenten".

La próxima situación le hará cambiar de escenario. De la pista dura a la tierra batida. Los torneos de Río y Buenos Aires son las citas siguientes en el calendario de esta temporada.Viaja el jueves y el lunes ya estará entrenándose en las pistas de arcilla roja de Manacor. Sólo piensa en "seguir trabajando para volver a donde quiero estar. Y cuando digo ‘volver’ no me refiero a ganar o perder, sino a tener la sensación de que cuando estás en la pista tienes confianza en que puedes competir contra cualquiera en las mismas condiciones".

La superficie, en la que su juego sale de forma natural "porque hay un patrón de juego más claro y con más estrategia de la que hay en pista dura por el tiempo que te da la pista", puede ser, como lo fue en 2013, tras un parón de siete meses, su mayor aliada en este proceso de recuperación. Pero a Nadal no le gusta especular: "puede ayudar o no, las cosas del futuro no se pueden saber y eso es lo que hace grande al deporte, la incertidumbre, las dudas, esa insatisfacción por querer más, por querer mejorar cada año...". Hay que darle tiempo para que adquiera la confianza y la continuidad que busca. Y tener paciencia... difícil cuando nos ha acostumbrado a tantos y tantos éxitos.