Buenas noticias para Moyá

Rafa Nadal: "Tengo la intención de estar en la Davis para mantenernos en el Grupo Mundial"

Rafa Nadal pasó por los micrófonos de El Partido de las 12 de la Cadena COPE para confirmar que estará en la eliminatoria de permanencia que jugará España en septiembre y para repasar sus sensaciones en la final del Abierto de Australia que perdió hace dos semanas

SPORT.es

Rafa Nadal atendió a El Partido de las 12 para dar una gran noticia a Carlos Moyá: si no hay lesiones, estará en septiembre ayudando a España a mantenerse en el Grupo Mundial de la Copa Davis. "Faltan muchos meses para ello, pero te voy a ser claro: confiaba estar en estos cuartos de final. Mi ilusión era competir para ganar esta Copa Davis. Evidentemente en esa primera eliminatoria no me daba, no podía estar, pero si no hay ningún contratiempo ni ninguna lesión, sí que tengo toda la intención de estar en la eliminatoria para ayudar al equipo a mantenernos en el Grupo Mundial. Y sinceramente espero poder ayudar el año que viene a tener opciones de volver a ganar", confesó.

El número uno del mundo explicó también la última hora de su lesión, de la que se encuentra mejor, aunque aún no ha decidido si jugará el torneo de Buenos Aires, que arranca el próximo lunes: "Estoy bien. Hoy he pasado otra revisión y he seguido con el mismo tratamiento desde que volví de Melbourne. Aún no he tocado pista ni he hecho ningún tipo de ejercicio, he estado sólo reposando y he intentado hacer la rehabilitación adecuada para volver a estar en pista lo antes posible, que mi intención es estar el jueves. Y a partir de ahí, jueves y viernes voy a entrenar y depende cómo sintamos la evolución, con mis sensaciones y también la opinión de los médicos, decidiremos si podemos empezar en Buenos Aires o tendremos que esperar al siguiente".

"El alma siempre está bien. Qué vamos a decir… Sería bastante injusto decir que no estoy bien después de todo lo que me ha dado esta vida. Soy una persona que acepta muy bien las derrotas, siempre lo he hecho, y realmente cuando pasan unas horas no pienso más en ello. Y esta vez me está costando un poquito más. Al fin y al cabo era un partido importante para mí y no lo pude competir", reconoce Rafa, "o sea que un poquito desagradable lo que ocurrió y anímicamente con ganas de volver a competir, porque la mejor manera de olvidar es competir de nuevo".

Las lesiones nunca llegan en un buen momento, ¿pero esta llegó en el pero momento? "Sí, no te voy a engañar. Fue uno de los peores momentos posibles. Estar enfrente de una final de Grand Slam y 15.000 espectadores, en un partido que vienes bien preparado, aunque el rival también, pero creo que estaba listo para el reto después de haber pasado una semana complicada con la llaga en la mano, de llevar meses preparándome y con este torneo entre ceja y ceja. Haber hecho todo lo correcto para llegar al momento que soñaba llegar, en buenas condiciones, y que ocurra eso pues es parte de la vida del deportista, pero mejor si no ocurre habitualmente. (risas) Ha tocado así, aceptarlo e intentar seguir creándome opciones para el futuro".

En cuanto a las lágrimas que derramó sobre la pista de Melbourne, el manacorí explicó que no eran por dolor físico sino de impotencia: "Por dolor de espalda no hay lágrimas. Dolor de impotencia, de haber llegado hasta ahí y verme inhabilitado para poder competir, evidentemente son momentos complicados de aceptar y más cuando estás en medio de la pista y sabes que no vas a ganar, que no tienes ninguna opción de ganar. Y tampoco tengo la intención de retirarme, porque es una situación complicada y muy desagradable retirarme de una final como esa. Con lo cual, un momento que pase ahí complicado, la peor hora y media que he pasado en una pista de tenis por lo que significaba el partido para mí y por el partido en sí, una final de Grand Slam. Pero bueno, eso es lo que ocurre a veces e intenté llevarlo de la mejor manera posible, superarlo bien y terminar bien. Creo que era la única manera de salir al menos con la cabeza alta, que es lo que hice, y aquí estamos".

Y para terminar, Nadal dejó claro que en ningún momento tuvo opciones de remontar el partido, a pesar de que los aficionados creyeron como siempre en sus posibilidades. "Agradecido a toda la gente que tenía esa confianza en mí, pero sinceramente gano el tercer set por errores de mi rival. Creo que él en un momento dado tuvo la sensación de que tenía la final ganada, por el estado en que yo estaba, y el set lo perdió él. Yo estuve en la pista, pero el set lo perdió él. Y en el momento que él se consiguió serenar otra vez y jugar un partido normal de tenis, no había partido", concluyó.