Pablo Andújar, rey en Gstaad

Andújar se impuso por 6-3 y 7-5 en poco más de 90 minutos de juego sobre la arcilla del estadio Roy Emerson, ubicado en la localidad de los Alpes suizos

.La victoria es la undécima de un español en las 42 finales disputadas hasta ahora en el circuito ATP y supone el tercer título en la carrera de Andújar, que anteriormente había vencido en Casablanca en 2011 y 2012.

El español cerró el triunfo con su único ace del día y se dejó caer sobre su espalda preso de la alegría y la emoción."Miré hacia arriba y vi en las gradas a mis padres, mi novia, mi hermano. Fue una sensación que no puedo describir", dijo.

"Busqué el ace en el punto de partido, pero buscaba un tiro abierto. En lugar de eso, dio en la línea perfectamente", explicó."Este trofeo supuso mucho trabajo, pero me siento muy cómodo con mi juego", señaló.

"Fue un partido muy duro, sabía que sería una batalla física. El primer set se jugó básicamente en dos puntos. Gané esos dos puntos y eso fue el set"."Él obtuvo ventaja en el segundo, pero finalmente lo logré. Jugué fantástico en los últimos puntos. Tras trabajar mucho, todo compensa cuando logras el título. Es fantástico", agregó.

Andújar rompió el servicio de su rival en el penúltimo juego del primer set. Luego, se recuperó después de ir perdiendo 2-0 en el segundo parcial.El español basó su juego en buenos restos más que en el saque en los 1.500 metros de altitud de Gstaad."He estado restando bien toda la semana y eso me ayudó", explicó Andújar.

"No tengo el mejor servicio, así que intento poner presión con mi resto. Eso es lo que hice esta semana".Andújar dijo que jugar bien el año pasado en la altura de Madrid le dio confianza sobre sus opciones en los Alpes."No tengo la potencia de otros jugadores, pero quizá la altitud me ayuda un poco. La bola se mueve más rápido", afirmó.

"Sabía que podía jugar bien. La semana pasada estuve entrenando y jugando bien en Hamburgo. Sabía que tenía opciones, pero nunca piensas en ganar el torneo. Sólo lo había hecho dos veces antes", admitió el tenista, que venció en tres de las seis finales que disputó en su carrera.