El número uno tendrá que esperar

Rafa Nadal es consciente de que en Montreal dejó escapar una gran oportunidad

Rafa Nadal es consciente de que en Montreal dejó escapar una gran oportunidad / AFP

Neus Yerro

Rafa Nadal habló de oportunidad perdida. Y, a estas alturas de su carrera, volviendo desde atrás, recuperándose por enésima ocasión de un problema físico y habiendo vuelto a exhibir su mejor nivel de tenis, hay que cazarlas al vuelo. Más cuando, acechando, está el eterno rival, Roger Federer.

Los dos luchan por un mismo objetivo... aunque ninguno de los dos quiera admitirlo así de entrada. El número uno mundial es un premio demasiado apetecible como para dejarlo a un lado. Nadal podía haber vuelto a ese puesto de privilegio, que cedió el 7 de julio de 2014 a Novak Djokovic, si hubiera llegado a las semifinales del Masters 1000 de Montreal

Pero la derrota en octavos ante el canadiense Denis Shapovalov retrasa ese momento... que podría no llegar todavía. Y es que ahora Roger Federer, que esta tarde, no antes de las 20.30 horas (en España, seis menos en Montreal) y en directo por Movistar+ Deportes 2, se enfrentará a Roberto Bautista en los cuartos de final del torneo canadiense, depende de sí mismo para ser él y no el balear quien llegue al último Grand Slam de la temporada, el US Open, en el primer puesto del ranking ATP.

El Masters 1000 de Cincinnati, que se disputa la próxima semana, será quien dicte esa clasificación. Esta semana Roger no podrá rebasar a Rafa ni siquiera ganando el título en Canadá: siendo campeón se quedaría a diez escasos puntos de Nadal (7.555 puntos del balear, que suma 90 ya que el año pasado no jugó en Montreal por los 7.545 que alcanzaría el suizo).

Pero otra cosa es Cincinnati, donde Federer parte con ventaja ya que el año pasado tampoco jugó (todo lo que resta de temporada irá acumulando puntos) mientras que Nadal defiende 90 puntos de la tercera ronda en 2016 y que perderá el próximo 15 de agosto (si Federer gana en Montreal, ese día se situará por delante de Rafa con 80 puntos de margen).

Un tropiezo de Nadal en una competición a la que le costó cogerle el tranquillo y que sólo pudo ganar una vez (2013) por las siete victorias de Roger (la última, en 2015) le daría paso franco a Federer. Aunque el helvético, a diferencia del balear, nunca ha logrado ese singular doblete previo al último Grand Slam del año y es imperativo hacerlo para encaramarse, por primera vez desde el 4 de noviembre de 2012, al número uno.

Ahora, tras el Masters 1000 canadiense, Nadal necesita llegar más lejos que Roger en Cincinnati para ser él quien releve a Andy Murray, ausente en la cita por problemas de cadera. La batalla está servida.