Open de Australia

Nadal vuelve a sonreír en Melbourne

El balear accedió a los cuartos de final del Open de Australia con una convincente victoria sobre el surafricano Kevin Anderson (7-5, 6-1 y 6-4)

Nadal, celebrando su triunfo ante Anderson

Nadal, celebrando su triunfo ante Anderson / sport

Neus Yerro

Rafa Nadal había marcado el partido con Kevin Anderson como un examen de sí mismo. Y lo ha superado con nota alta, yendo de menos a más, sirviendo mejor que nunca (conectó un saque a 205 km/h) y sabiendo que, a cada partido que disputa, estás más cerca en la lucha por el Open de Australia. Victoria por 7-5, 6-1 y 6-4 en dos horas y ocho minutos para retarse en cuartos de final con el checo Tomas Berdych, un viejo ‘enemigo’, con quien no pierde desde 2006 encadenando 17 victorias consecutivas (para un balance total de 18-3).

Nadal ha sentido que ha jugado su mejor partido, hasta el momento, en Melbourne Park. ¡Qué diferencia con la agonía vivida en segunda ronda! Y eso que Anderson ha empezado intratable. Rafa sólo podía esperar un bajón del rival porque los saques del sudafricano (una media de 200 km/h) dictaban sus juegos, en los que el tenista balear iba de lado a lado para intentar restar (tardó un tiempo en leer el servicio de Anderson). Eso le ponía presión a Nadal a la hora de servir pero iba salvando las situaciones.

NADAL, UN MURO INFRANQUEABLE PARA ANDERSON

Y se ha llegado al momento clave, ya no sólo del primer set sino del partido: 5-5, con Rafa al servicio… y hasta cinco puntos de ‘break’ para Anderson. Los ha salvado todos el número tres del mundo y eso ha hundido anímicamente al sudafricano que hasta ese momento sólo había cedido únicamente un punto con su saque. Ha perdido el servicio y el set, con un 0 de 6 en puntos de break que ha pesado como una losa, y no ha logrado salir de esa espiral negativa en toda la segunda manga.

Rafa estaba decidido a no complicarse la existencia. Sintiéndose cada vez más cómodo, viendo que era él quien dictaba el ritmo del partido, con su revés cada vez más afinado y su derecha funcionando (aunque aún hay margen de mejora), tomó más riesgos de los habituales (33 winners por 25 errores) y fue directo hacia los cuartos de final. Va recuperando sensaciones y confianza y sabe que ahora llegan los partidos en los que se decide el título. Es un experto en esas situaciones: 28 cuartos de final de Grand Slam disputados, ocho consecutivos en Melbourne. Nadal vuelve a sonreír.