TENIS - WIMBLEDON 2015

Nadal sigue con su particular 'via crucis' en la hierba de Wimbledon

El tenista balear vuelve a despedirse prematuramente del Grand Slam británico tras caer en segunda ronda ante el alemán Dustin Brown, número 102 del ránking, por 7-5, 3-6, 6-4 y 6-4 tras dos horas y 34 minutos de juego

Javier Espinosa

Por cuarto año consecutivo, Rafa Nadal continúa escribiendo su historia de sinsabores en la hierba del All England Club. La misma que él siempre ha adorado, la que acoge su torneo predilecto por excelencia (quizás más por pasiones que por resultados). La misma que no hace tanto le vio proclamarse campeón en dos ocasiones (2008 y 2010).

Sin embargo, desque que fuese finalista en 2011 cayendo ante el áctual número uno Novak Djokovic, el balear encadena una racha de cuatro participaciones consecutivas sin superar la cuarta ronda. Lo que hace este hecho más doloroso y llamativo, es que lo ha hecho cediendo ante tenistas situados más allá del puesto número 100 en el ránking. En 2012, el checo Lukas Rosol (número 100) le dejaba fuera en segunda ronda, al año siguiente fue el belga Steve Darcis (nº 135) quien el que lo derrotaba en primera ronda y en la pasada edición fue el novato australiano Nick Kyrgios (nº 144) quien apeaba a Nadal en cuarta ronda.

En esta ocasión ha sido el alemán de origen jamaicano Dustin Brown, 102 del ránking mundial, el encargado de dar el traste con las ilusiones de Nadal en Wimbledon. El tenista español llegaba al tercer Grand Slam en el puesto número 10 del ránking, pero con buenas sensaciones tras haberse impuesto en el torneo de Halle sobre hierba. Nada más lejos de la realidad. Nadal ha sido incapaz de afrontar la anarquía de su rival y encontrar su juego en un partido sin ritmo. Ha vuelto a sentirse incómodo al servicio, sin conectar buenos primeros saques con continuidad y los segundos se convertían en regalos que su rival ha aprovechado para atarle desde el resto.

Ahora bien, hay que otorgarle gran parte del mérito al excéntrico tenista alemán, que en el argot del póker ha hecho lo que se conoce como un "all in". Brown se lo ha jugado todo a una carta, sin especular, sin alargar los puntos, siendo agresivo y atacando cada pelota. Brown se ha mostrado muy sólido con el saque y la volea (apenas ha cedido cinco pelotas de break), ha atacado constantemente el tímido servicio de Nadal y ha alternado 'winners' y dejada como el que se divierte jugando. Por si fuera poco, ha cerrado el partido a lo grande, con un ace. Su juego y sus rastas han sido un auténtico espectáculo en la pista.

A Nadal, tras encadenar cinco finales entre 2006 y 2011, le ha tocado volver a sufrir los sinsabores de la hierba de Wimbledon.