El ganador de esa edición, Petr Korda, dio positivo por nandrolona cinco meses más tarde en Wimbledon

Marcelo Ríos reclama el Open de Australia de 1998

El chileno Marcelo Ríos le ha pedido a la federación de su país que reclame la reapertura del caso de Petr Korda, su verdugo en esa final, a la Federación Internacional

Marcelo Ríos quiere que le den el título del Open de Australia si Petr Korda jugó dopado

Marcelo Ríos quiere que le den el título del Open de Australia si Petr Korda jugó dopado / AFP

Neus Yerro

Medios chilenos han informado del deseo de Marcelo Ríos de reclamar para sí el título del Open de Australia de 1998. En la final, el 'Chino' fue derrotado por el checo Petr Korda quien, cinco meses después, dio positivo por nandrolona en un control antidopaje en Wimbledon (se le despojó de los puntos ganados en Londres y poco después, fue suspendido por un año... pero ya había anunciado su retirada). Fue uno de los casos más controvertidos que se recuerdan pero no ha sido hasta ahora que Ríos ha pedido a la federación de su país que haga los trámites necesarios ante la Federación Internacional (ITF) para lograr que se reabra el caso y, si se demuestra que Korda también se había dopado para ese partido, se le otorgue el título.

"Marcelo está preocupado, y cree que ese partido le correspondía y nos pidió a nosotros que realizaremos una petición a la ITF para reabrir el caso", dijo José Hinzpeter, presidente de la Federación Chilena, a 'TVN', declaraciones que recogen los distintos medios impresos del país. "Pediremos a alguna de las comisiones de la ITF que reabra el caso y, si se comprueba dopaje a Korda en ese partido, se le entregue a Ríos el título", concluyó Hinzpeter.

Ríos, ex número uno, es uno de esos enormes talentos que se retiró sin un Grand Slam en su palmarés. En Melbourne en 1998 era el gran favorito al título pero Korda le privó de ese éxito... y 17 años después todavía sigue pensando en ello. La corrección de los títulos en tierra batida de Guillermo Vilas por parte de la ATP ha hecho plantearse a Ríos y a la Federación Chilena llevar adelante su reclamación. Ser el primer campeón de Grand Slam chileno de la historia bien lo vale.