TENIS - BARCELONA OPEN BANC SABADELL

Marcel Granollers será el rival de Rafa Nadal en su debut

Marcel Granollers será el rival de Rafa Nadal en el debut, este miércoles, del tenista de Manacor en el Barcelona Open Banc Sabadell. El catalán ha superado a Daniel Muñoz de la Nava por 6-4 y 6-3

Marcel Granollers eliminó a Daniel Muñoz de la Nava

Marcel Granollers eliminó a Daniel Muñoz de la Nava / sport

Neus Yerro

Marcel Granollers será el rival de Rafa Nadal en su debut. El tenista catalán, cuartofinalista la pasada semana en Montecarlo, se ha impuesto a Daniel Muñoz de la Nava por 6-4 y 6-3 para citarse el mediodía del miércoles con el primer favorito del Barcelona Open Banc Sabadell.

"Quiero intentar seguir en la línea de los dos últimos meses, disfrutar e intentar luchar", asegura Marcel, que hoy martes tiene todavía trabajo por delante ya que también disputa su primer partido de dobles, formado pareja con el uruguayo Pablo Cuevas, ante el croata Ivan Dodig y el brasileño Marcelo Melo... curiosamente, también los números uno del torneo.

"Siempre espero la mejor versión de Rafa, que viene en un muy buen momento, con confianza", admite Granollers, que cree que su buena actuación en Montecarlo se debe a que "cuando te dan una segunda oportunidad a veces juegas más suelto, más relajado".

Relajación es, precisamente, una palabra que debe olvidar para medirse a su amigo Nadal. "Los grandes como Rafa tienen la capacidad de sacar su tenis al máximo nivel, son capaces de reinventarse cada vez, son jugadores especiales, con un talento especial. Le deseo, menos mañana (y ríe), lo mejor", apunta.

Marcel ha vuelto a recuperar la confianza que le venía siendo esquiva en los últimos tiempos. "Los resultados no eran positivos y eso te crea dudas, ansiedad y el miedo a que tu tenis no responda... y eso es lo peor que te puede pasar", explica.

Una situación que le llevó a apretarse los machos y volver a disputar 'challengers'. Descendía hasta el puesto número 98 del ranking ATP en febrero pasado... pero Marcel no perdía el norte ni la esperanza. "Había que tener paciencia", reconoce. Y esa paciencia y el trabajo que ha realizado junto a su equipo es la que le ha llevado a estar, de nuevo, entre los 50 primeros del mundo y a citarse hoy con Nadal.