John Carlin: "Nadal es de una madera especial"

El periodista británico John Carlin (Londres, 1956) afincado en Sitges, autor de diversos libros entre los que destaca `El factor humano¿, en el que se inspiró el filme `Invictus¿, se adentra (con permiso) en la vida de Nadal en su última obra, `Rafa. Mi historia¿, editado por Urano en castellano y Columna en catalán. Carlin, de madre española y padre británico, viaja a los recovecos del tenista balear desde la tranquilidad que le da “haber sido contratado por la familia y por el propio Rafa para escribir un libro por encargo. Me lo pidieron y ya está. No hay que buscar más...”.

¿Por qué Nadal?

Porque me llamaron y yo dije que sí. No hay otra explicación.

¿Se puede tener una biografía con apenas 25 años?

Por supuesto que sí. Se han escrito grandes biografías de gente joven. Admito que no es un fenómeno habitual en España pero sí en mi país. En Inglaterra se escriben un montón de libros sobre deportistas de medio pelo. Sólo hay que mirar en los escaparates de las librerías...

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A sus 25 años, Nadal ha vivido más que muchas personas de 100. Además, hay otro hecho irrebatible y es que todo deportista tiene fecha de caducidad, es decir, un fin. Me temo que la segunda parte de la vida de Nadal no será tan interesante como la primera. Este chico ya ha llegado a la cima. Con 25 años... Y todo ello, dentro de un ambiente terriblemente competitivo. Es un caso digno de estudio...

Me asustan las biografías. Suelen estar manipuladas. El personaje en cuestión suele decir aquello que quiere decir... Y esconde el resto.

Obviamente, así es. El libro que presento es más una autobiografía que una biografía. El protagonista habla en primera persona. Es verdad que Nadal dice lo que quiere decir, ni más ni menos. Toda biografía es una aproximación al personaje y está no es una excepción. Me conformo con ese objetivo y no busco más. Honestamente, si tuviera que escribir un libro sobre mi vida probablemente sólo contaría el 30% de la verdad porque, con franqueza, ni yo mismo me conozco (sonríe con esa risa suya tan británica, fría pero inteligente, casi disimulada. Siempre mordaz).

¿Qué límites le puso Nadal?

Los que él quiso. En realidad, Rafa explicó lo que él y su familia, padres, tíos, abuelos y también amigos quisieron contarme. El límite, pues, está en aquellas cosas que me dijeron. No sé si se quedó algo en el tintero. Ellos sabrán...

Y usted, ¿se puso algún limite?

Nunca me pongo límites cuando escribo. Este libro surgió después de muchas horas de conversación con Rafa Nadal en su casa, en aviones, en los torneos de Melbourne y Doha, en suites de hotel... Creo que puede haber trece o catorce horas de grabación directa con Rafa y quizá, veinte o treinta con la familia y amigos. Pero hay muchas otras conversaciones que no fueron grabadas y que también forman parte del libro.

¿Por qué cree que Nadal tomó la decisión de que se escribiera un libro sobre su vida?

No estoy muy seguro y tampoco puedo hablar por él. Supongo que porque se trata de un personaje muy asediado por los medios de comunicación y también por los aficionados. Rafa es un joven que tiene más de siete millones de seguidores en su página de facebook. La gente quiere saber de él, qué cosas hace, como piensa... Son simpatizantes que no responden a un mismo patrón porque sus procedencias son muy diversas. Así pues, imagino que escribir un libro fue una forma relativamente fácil y económica de dar respuestas a esas personas. Rafa quiso satisfacer la curiosidad de esos admiradores. Estoy asombrado porque el libro ya ha sido traducido a dieciseis idiomas, incluido al húngaro, al chino, al japonés... Eso da cuenta de la talla del personaje.

¿El libro es un elogio del tenista?

Retrata fielmente a Nadal. Hablé con él desde la honestidad, de tú a tú... No creo que recoja todos los claro-oscuros de su vida, pero tampoco lo pretendía. Quien me lea tendrá un mayor conocimiento de Rafa. Eso es lo que pretendía y nada más. A estas alturas, no creo en la objetividad informativa pero sí en la honestidad. Y el libro que presento es honesto.

Dígame, ¿quién es, realmente, Rafa Nadal?

Es un personaje que existe en una dimensión diferente a la suya y a la mía. Está hecho de una madera especial. Para triunfar como él en un deporte tan competitivo como es el tenis se requiere de un deseo, una intensidad y una disciplina brutales. Hay que tener una altísima capacidad de trabajo, subordinar todo a ese objetivo y disponer de una clarividencia mental muy superior al común de los mortales. Esas cualidades distinguen a todos aquellos que han triunfado en sus respectivas áreas, bien sea en el mundo del deporte, de la política o de la empresa. Pienso en personajes como Murdoch, Florentino Pérez, Margaret Tatcher, también Pep Guardiola, Obama... La gente que ha llegado a la cima comparte un mismo deseo y disciplina de trabajo. Tienen auténtica obsesión por llegar más lejos; están en una esfera fuera de lo normal.

¿Cómo es el Nadal que no conocemos?

Hay una diferencia muy grande entre el Nadal que vemos en los torneos, incluso el que se entrena tan duramente, y el Nadal que apenas se deja ver y que vive alejado de las pistas. Rafa es muy fácil de tratar; es una persona natural que sonríe a menudo, le gustan las bromas y que es dulce sin llegar a ser empalagoso.

Pero, sobre todo, es muy respetuoso con todo el mundo. Se muestra igual de cortés con alguien que le pide un autógrafo en un aeropuerto que con un empresario que le ofrece un contrato millonario. Eso le hace grande. Él mejor que nadie sabe que es necesario diferenciar ambos mundos porque si los viviera con igual intensidad, explotaría. No lo podría soportar. Ni él, ni nadie.

¿La fama puede acabar devorando al personaje?

A Rafa, no. Si no le ha afectado ya, no lo hará. Es verdad que el dinero y la fama pueden ser dañinos... Pero él lo ha asimilado. Rafa no ha cambiado como persona. Ese es su secreto. Su familia le obliga a mantener los pies en el suelo. Saben distinguir entre el supertenista y Rafael. No permiten que la fama le contamine. Su tío juega un rol decisivo en todo ese proceso. Si Toni no hubiera existido, probablemente nunca habría existido el Rafa tenista.

¿Cómo ve a Rafa una vez cubierta su etapa como tenista?

No lo sé. Probablemente seguirá conectado con el deporte y tratará de desarrollar su Fundación. Es difícil contestar a eso.

¿El manacorí es consciente de lo que pasa en el mundo?

Por supuesto que sí. En nuestros encuentros hablamos de todas aquellas cosas que ocurren con absoluta naturalidad. Por supuesto que nunca se va a meter en cuestiones políticas. Sabe que eso no le conviene, al menos, mientras sea deportista de elite. Pero está bien informado. Además, Toni, su tío, le habla de todo. Definitivamente, Rafa no vive en una burbuja.

¿Podrá mantenerse alejado de los focos mediáticos?

Sin duda. Sabe que Manacor es el único lugar del mundo donde no le dan bola. Puede ir a comprar pescado y nadie le para por la calle. No echará de menos toda esa presión y tampoco sufrirá ningún tipo de trauma. En la pista tiene un enorme carisma; su presencia animal es muy fuerte. Tiene magnetismo. Y tiende más a escuchar que a hablar. Él sólo opina cuando está informado. Pero en su pueblo todo es distinto. Ideal, incluso rutinario. Allí es feliz.

Me da la impresión de que Nadal no responde al tópico nacional...

Carlos Moyà, su gran amigo, me dijo que Mallorca desprende un feeling casi caribeño. Si a eso se une un tipo con una capacidad de trabajo y sufrimiento tan extraordinaria como la suya, el resultado es el que es. Rafa podría ser un estadounidense exagerado o un alemán a lo bestia pero, desde luego, no un español. Ustedes opinan sobre todo sin estar informados y él sólo lo hace cuando sabe de qué habla. Ya ve... Por otra parte, tiene cosas muy españolas como es el apego a la familia, su proximidad con los niños... Matices fantásticos que no se descubren hasta que no se vive en España.