TENIS - ABIERTO AUSTRALIA

Djokovic: "No me puedo permitir relajarme"

Novak Djokovic, campeón por sexta vez del Open de Australia, parece no tener nunca suficiente. El serbio explica porqué lleva dos años sin bajar el ritmo: trabajar el doble que los demás

Novak Djokovic suma seis títulos del Open de Australia

Novak Djokovic suma seis títulos del Open de Australia / EFE

Neus Yerro

Novak Djokovic está pletórico. No es para menos. Acaba de ganar su sexto Open de Australia ante Andy Murray, "un campeón y un amigo". Su trayectoria sigue siendo impecable. "En los últimos 15 meses estoy jugando mi mejor tenis. He llegado a las finales en los cinco últimos torneos de Grand Slam y he ganado cuatro. Es fenomenal, estoy muy orgulloso de ello. Y mi equipo también", confiesa el serbio.

Pero que nadie crea que no hay nervios. En las horas previas a la final es cuando ese gusanillo, "sabiendo que tengo una oportunidad de hacer historia", hace su aparición. Pero también es fuente de "motivación, de exigencia para jugar a mi mejor nivel".

'Nole' no quiere dar la fórmula para el éxito. "Los demás no tardarían en hacer lo mismo", apunta con una pícara sonrisa en su cara. Lo que sí tiene claro es que no puede relajarse. "No puedo permitirme relajarme. Porque todos luchan cada semana por llegar a ser el número uno. Necesito trabajar el doble que los demás y creo que sigo mejorando cada año. No sólo a nivel de golpes o técnica, también a nivel táctico y mental", explica.

Djokovic cree que la experiencia de enfrentarse con los Nadal, Federer y Murray "me ha ayudado. Y son muchos años de compromiso, trabajo duro, sacrificio y dedicación...". También la comunión entre su vida profesional y su vida privada le han permitido evolucionar hasta esta versión imposible de imaginar. Él quiere seguir con los pies en el suelo. Y no esconde que "París es el postre".

Roland Garros es su asignatura pendiente. Y seguro que este año volverá a intentarlo. Pero queda lejos. Ahora quiere relajarse y podrá celebrarlo con su mayor fan: su hijo Stefan, pegado al televisor para ver a papá ganando un nuevo gran título.