Feliz regreso a París

España regresó al cabo de nueve meses a París, al Stade de France, y como si del final de un embarazo se tratase alumbró un nuevo fútbol, nada que ver con el mostrado en su última aparición por este escenario, para disfrutar de una victoria tan prestigiosa como merecida.

Eliminada, hundida y destrozada en los octavos de final de la Eurocopa, en lo que fue la despedida más triste para Vicente del Bosque, España ha recuperado el pulso bajo el mando de Julen Lopetegui, quien sumó su quinta victoria tras siete encuentros en los que no conoce la derrota. Y después de mostrarse en Italia o Inglaterra, que no es poca cosa.

Desde Bruselas y hasta París el crecimiento de la selección española ha sido una constante. Si comenzó la etapa de Lopetegui con un triunfo consecuente frente a Bélgica, encarará la segunda mitad de la fase de clasificación para el Mundial de Rusia con una nueva victoria, nada menos que frente a la renovada Francia, subcampeona de Europa y que tan buenas sensaciones había dejado en sus últimas actuaciones.

Nueve meses después de su triste despedida de la Eurocopa, España está de vuelta

La selección española jugó este martes su sexto encuentro en el Stade de France. Se presentó con dos victorias y tres derrotas desde su presentación, en el estreno, un 28 de enero de 1998, cuando la Francia de Aimé Jacquet derrotó con un solitario gol de Zidane a la España de Clemente.

No volvió hasta marzo de 2010, en otro amistoso que se sentenció con un 0-2 para el equipo que dirigía Del Bosque, con goles de Villa y Sergio Ramos, antes del 0-1 de 2013 con diana de Pedro. Después vendrían las derrotas, una sin pesar, en 2014 con gol de Remy y la dura, la dolorosa, en los octavos de final de la última Eurocopa frente a la Italia de Antonio Conte.

Los goles de Chiellini y Pelle acabaron con el sueño de España en 2016 y finiquitaron la brillante etapa de Vicente del Bosque, quien decidió retirarse al cabo de ocho años, 113 partidos y un Mundial y una Eurocopa en el palmarés.

Un triste final que dio paso a una nueva era y que al cabo de los meses, con Lopetegui al frente no puede mostrarse con más optimismo. De París a París, España recuperó la mejor de sus sonrisas.