Tridente en ataque formado por Negredo, Pedro y Navas

Un 9 clásico y dos extremos para superar el cerrojazo de Georgia

El seleccionador dejará en la recámara el esquema con el falso 9, pese a que sigue confiando en Cesc

Jordi Gil | Albacete

Tal y como ha ocurrido durante toda la fase de clasificación para el Mundial, Vicente del Bosque prevé encontrarse hoy a un rival que cederá sin complejos la posesión del balón a la selección española y tratará de jugar encerrado atrás intentando reducir al máximo posible los espacios. Por este motivo, el seleccionador español tiene previsto apostar hoy por un tridente de ataque con dos extremos muy abiertos, el blaugrana Pedro y el ex sevillista Jesús Navas, y un delantero centro puro como Álvaro Negredo. La apuesta de Del Bosque para afrontar el partido de hoy ante Georgia deja el habitual esquema con un falso 9 en la recámara, a la espera de otras citas. El técnico salmantino también podría mantener la defensa de tres que utilizó en la recta final del partido ante Bielorrusia.

El principal damnificado por este sistema con un 9 fijo será el blaugrana Cesc Fàbregas, al que Del Bosque tiene previsto dar descanso ante Georgia. El de Arenys dejará su plaza en el once inicial a su compañero Iniesta, que fue suplente ante Bielorrusia. El manchego, téoricamente, completará un centro del campo junto a Xavi y al rojiblanco Mario Suárez, según se pudo ver en el entrenamiento realizado en el Carlos Belmonte.

La suplencia de Cesc no tiene ningún significado especial, ya que Del Bosque sigue confiando completamente en él y también en el esquema del falso 9 que tantas veces ha venido empleando desde la Eurocopa. El más que previsible cerrojazo de Georgia es el motivo por el que el seleccionador español ha apostado por un esquema con un 9 clásico como el delantero del Manchester City. Negredo ya fue un recurso ante Bielorrusia y el madrileño respondió marcando el segundo tanto.

CAOS

En la sesión de entrenamiento celebrada ayer en el estadio Carlos Belmonte se vivieron escenas muy poco habituales como consecuencia de la gran expectación que la selección española ha despertado en Albacete. La sesión fue a puerta abierta y gratuita, lo que provocó que el recinto se llenase muy pronto y obligó a limitar el aforo, para enfado de los muchos aficionados que se quedaron fuera. La reacción de muchos de ellos fue aporrear las puertas e insultar a los responsables de la seguridad. Se vivieron escenas de mucha tensión y los responsables federativos se vieron obligados a cerrar a cal y canto las instalaciones mientras se desarrollaba el entrenamiento, para evitar que nadie pudiese entrar y se pudiera ver superado el aforo. Eso implicó también que los espectadores no pudieran abandonar el estadio hasta la finalización de la sesión. Un caos en toda regla.