El Nàstic sigue en la Liga 123 y condena al UCAM a Segunda B

Manu Barreiro marcó el gol de la victoria y de la salvación

Manu Barreiro marcó el gol de la victoria y de la salvación / EFE

Fernando Baquero

Fernando Baquero

El Nàstic seguirá otra temporada más en la Liga 123 al imponerse con un solitario gol de Manu Barreiro en el descuento al UCAM Murcia, que se ve condenado al descenso . El equipo grana aseguró la salvación después de haberlo pasado muy mal frente a un rival que pudo haber cambiado su destino si no hubiese desperdiciado un penalti a un cuarto de hora del final.

Las 'cantadas' victorias de Alcorcón y Almería hacían que de este partido saldría el equipo que acompañaría a Mallorca, Elche y Mirandés a Segunda B. El Nàstic tuvo muy claro en todo momento que la mejor forma de mantener su portería intacta era meter al UCAM en su propio campo y durante una hora lo consiguió. 

Al Nàstic le valía un empate que, en cambio, condenaba al UCAM, pero fue el conjunto grana el que se atrevió a dar dos pasos hacia adelante para llevar la iniciativa del juego. Los nervios no le dejaron sin embargo llegar con fluidez al portal de Biel Rivas, al menos en una primera mitad en la que tampoco el conjunto murciano fue capaz de llevar peligro pese a que sólo le valía la victoria.

El Nàstic apretó al inicio de la segunda mitad en busca del gol de la salvación. Un agarrón de Tekio a Uche dentro del área no fue considerado penalti por Cuadra Fernández y un paradón de Biel Rivas en un libre directo de Juan Muñiz abortaron las intenciones del equipo de Nano Rivas, que a partir de ese momento se echó hacia atrás.  

Eso permitió al UCAM poner cero a la portería del Nàstic. El equipo de Francisco tuvo en sus manos la posibilidad de salvarse pero se estrelló ante un enorme Manolo Reina, sin duda el héroe de la permanencia. El guardameta grana evitó el gol de Basha (59') en un descuido defensivo y minutos después selló la salvación del Nàstic al detener a Jona (73') un penalti que había cometido Xavi Molina de forma imprudente.

El acoso del UCAM resultó una agonía para la afición del Nou Estadi, más por la incertidumbre que por el peligro real de su rival, que volcado a la desesperada se vio impotente para impedir que Manu Barreiro culminara en el descuento el último y letal contragolpe del Nàstic.