El inesperado final del Zaragoza - Sevilla At.

Lluís Payarols

Lluís Payarols

El Zaragoza sufrió su cuarta derrota en sus últimos seis partidos en La Romareda. Esta vez, ante un Sevilla At. que se había complicado la vida por dos errores de su portero Fabrice Ondoa. Sin embargo, el filial acabó sobreponiéndose a ello y se llevó los tres puntos ante la pitada de la afición zaragocista a los suyos.

La situación del equipo maño comienza a ser preocupante y sus seguidores abroncaron al palco presidencial, por lo que el futuro de Raúl Agné en el banquillo blanquillo podría complicarse en las próximas horas. La desesperación fue total después de ver lo que sucedió en la recta final del partido que cerró la jornada del sábado en la Liga 1|2|3.

El exespanyolista Marc Gual había adelantado al Sevilla At. en la primera parte. Sin embargo, el Zaragoza cobró vida después de que el camerunés Ondoa se retrasara al poner en juego un balón y el árbitro, Pulido Santana, le castigara con un libre indirecto. Edu García lo aprovechó, estableciendo el momentáneo 1-1 con un chut raso.

Y el panorama aún parecía aclararse más cuando, en el minuto 88, el propio Ondoa se ganaba a pulso la segunda amarilla por perder tiempo tras un despeje. El filial ya había agotado los tres cambios, por lo que tuvo que ser el joven defensa José María Amo quien asumiera la responsabilidad de enfundarse la zamarra del camerunés.

Quedaban dos minutos más los cinco que había añadido el árbitro. Tiempo más que suficiente para que los de Agné pusieran a prueba al defensa de Las Pajanosas, que el próximo 9 de abril cumplirá 19 años. No fue así. E incluso su calvario fue mayor después de que Marcelo Silva viera una merecida segunda amarilla por una durísima entrada. La falta se botó muy lejos de la portería de Saja, pero el meta argentino del Zaragoza tuvo tan mala fortuna que despejó el balón hacia Cotán, quien estableció el 1-2 definitivo.

Cuando Pulido Santana pitó el final, la bronca fue de órdago. El Sevilla At. pasó de vivir una pesadilla a sonreír por los tres puntos en juego. Malos tiempos para un Zaragoza que se aleja de la lucha por volver a Primera.