ROLAND GARROS

Las 10 anécdotas de Roland Garros

En una competición con más de cien años de historia y con tantos protagonistas con personalidades dispares es lógico que se hayan producido un sinfín de situaciones curiosas. Algunas han llegado a saberse, otras quedarán en secreto y muchas más se olvidarán. Aquí recogemos diez de ellas

NEUS YERRO

EL PRIMER CAMPEÓN FUE UN 'EXTRANJERO'

Los jugadores extranjeros empezaron a participar en el torneo en 1925, con anterioridad, sólo podían disputarlo tenistas franceses (de ahí que muchos no contabilizen esos títulos en el global histórico). Sorprende, entonces, que el primer campeón de Roland Garros (1891) sea un inglés, Herbert Briggs. ¿La razón? El primer Abierto de Francia de tenis se disputó en el club de rugby más importante del pais, el Stade Français, cuyos miembros, si residían en Francia, podían disputar el torneo. Briggs cumplía ambos requisitos: vivía en Francia y, además, era socio fundador del Stade Français¿ arrebatando a un tenista local el honor de ser el primer campeón del Abierto de Francia.

EL COCODRILO DE LACOSTE

Jean René Lacoste formó parte de la generación de oro del tenis francés, jamás olvidada, la de los Mosqueteros, junto a Brugnon, Cochet y Borotra. Corrían los años 20 y escribieron páginas brillantes en la historia del deporte de la raqueta. Sus compañeros apodaron a Lacoste, vencedor de siete torneos del Grand Slam, `El Cocodrilo¿¿ y de ahí nacería el famoso símbolo de la compañía que fundó en 1933 y que en la actualidad vemos en sus valorada ropa deportiva, polos y perfumes.

EL ESTADIO, UN CAMPO DE CONCENTRACIÓN

Wimbledon fue bombardeado y usado como centro de asistencia para los heridos durante la Segunda Guerra Mundial. El uso que se dio a Roland Garros forma parte de la historia oscura, la que nunca se cuenta. El gobierno galo lo usó para alojar a disidentes políticos, extranjeros y cualquier sospechoso. Con París ocupado por los alemanes el estadio se utilizó como campo de concentración para disidentes políticos y, principalmente, judíos, que después serían reenviados a otros campos donde la mayoría de ellos encontrarían la muerte. Mientras la FFT sigue defendiendo que es una confusión y que todo eso ocurrió en el Valedrome (derruido por Charles De Gaulle cuando ocupó provisionalmente la presidencia de Francia), el escritor húngaro de origen judío, Artur Koestler, revive en su libro `Oscuridad al mediodía¿ su experiencia como preso: “En Roland Garros nos autodenominábamos `cavernícolas¿, unos 600 de nosotros vivíamos debajo de las escaleras del estadio”.

EL FENÓMENO BORG

En 1973 entra en escena un jovencito sueco de 17 años, con ojos azules, larga melena rubia y aspecto melancólico. Las adolescentes parisinas enloquecen y aún lo harán más un año más tarde, cuando gane el primero de los seis French Open que figuran en su palmarés (récord hasta que el año pasado Rafa Nadal ganó su séptimo título en París). Quizá en Francia no alcanzó las cotas de Wimbledon, donde las adolescentes se desmayaban, chillaban y lanzaban ropa interior a su paso, como si fuera un `Beatle¿. Se ganó un aura de estrella del rock que paseó por todo el mundo y, por supuesto, en Roland Garros.

LA PELUCA DE AGASSI

Lo hemos sabido hace apenas un año, cuando Andre decidió publicar su biografía `Open¿. Si su positivo por cristal, encubierto por las altas instancias pasaría a engrosar el apartado de escándalos, el descubrimiento de que jugó la final de 1990 con peluca se convierte en uno de los capítulos más divertidos de la historia del torneo. La realidad superaba a la ficción. Queriendo ocultar su alopecia, Agassi optó por usar una peluca que, de tanto usarla, fue desgastándose y era difícil mantenerla pegada a su cabeza. Su hermano tuvo que salir corriendo y recorrer todo Paris para encontrar alfileres que evitaran que la peluca cayera. “Por supuesto que pude haber jugado sin mi peluca. Pero después de meses de escarnio, críticas y burlas ya estaba muy afectado. ¿Qué dirían si supieran lo de la peluca? Gane o pierda no hablarían de mi juego, sólo hablarían de mi pelo. Puedo cerrar los ojos y casi escucharlos. Y sé que no podría soportarlo”, escribió en `Open¿.

Y MARAT SE BAJÓ LOS PANTALONES

Imprevisible como siempre, Marat Safin protagonizó uno de los episodios más cómicos del torneo en un partido que le enfrentaba al barcelonés Félix Mantilla. El ruso subió a la red (algo que no solía hacer con asiduidad) y Mantilla le lanzó una bola a los pies a la que Safin respondió con una extraordinaria volea que dejó la pelota muerta en la pista de Félix, imposible de devolver. Ni el propio Marat podía imaginarse un golpe magistral como aquel y, ni corto ni perezoso, para festejarlo, se bajó los pantalones¿ provocando las risas de la grada e incluso del propio rival, pero que le costó una sanción de la Federación Internacional por comportamiento indebido. No había sido para tanto: llevaba una de esas camisetas largas que taparon todo lo que no se debía ver. Como siempre, el ruso se lo tomó con humor.

CARRERAS DE CAMPEONES POR ENTRENAR CON NADAL

Año 2005. Primera participación en Roland Garros de Rafa Nadal pero la `Nadalmanía¿ pronto tomó las instalaciones del Bois de Boulogne. Y afectó no sólo a los aficionados sino también a muchos ex campeones, que estaban en París como comentaristas para diversos canales de televisión. Rápidamente contactaron con el entorno de Rafa para lograr pelotear, ni que fuera tan sólo unos minutos, con el `fenómeno¿. John McEnroe, Mats Wilander (tricampeón en Paris) y el ecuatoriano Andrés Gómez (campeón en 1990) fueron algunos de los que lo lograron.

EL ENTRENAMIENTO PRIVADO DE FEDERER

En 2009, con Rafa Nadal de vuelta en Manacor, Roger Federer sentía que era su gran oportunidad (y probablemente, la única) de ganar el título en París. La tensión subía para el tenista suizo y alcanzó su punto máximo el día antes de la final: Roger había solicitado a la organización que nadie, absolutamente nadie, pudiera acceder a la pista 2 del recinto, donde iba a entrernarse para preparar la final. Un nutrido grupo de hombres vestidos de negro y con cara de pocos amigos establecieron un cerco de seguridad que, decían, ni el jefe del Estado sería capaz de franquear. También se canceló la rueda de prensa previa a la final así como un encuentro con los medios de comunicación suizos desplazados a París. Quería máxima concentración.

UNA PISTA ROSA POR UN DÍA

El jueves 7 de junio de 2012 era el Día de la Mujer en Francia. La organización de Roland Garros decidió hacer un homenaje a las mujeres que habían pasado por el prestigioso torneo: tierra rosa en la Pista 1 del complejo (la popularmente conocida como Plaza de Toros que va a desaparecer en la futura ampliación). La estadounidense Chris Evert, la reina de París con sus siete títulos, fue la `madrina¿ del acto de inauguración de la novedosa superficie, en la que no se jugaron partidos oficiales sino dos encuentros del torneo de leyendas femenino. Al día siguiente, la Pista 1 recuperó su aspecto habitual.

UN APLAUSO PARA LA FINALISTA... ¡MARIA SHARAPOVA!

Ceremonia de entrega de trofeos tras la final femenina 2012. Maria Sharapova, la campeona, y Sara Errani, finalista, están hablando distendidamente en la silla de la italiana. Se ríen y esperan que todos los preparativos concluyan. En ese momento se oye por los altavoces del estadio: “un aplauso para la finalista¿ ¡Maria Sharapova!”. Errani se levanta de la silla como si tuviera un resorte y empieza a saltar y a saludar al público como si estuviera celebrando la conquista del título mientras `Masha¿, muerta de la risa, se dobla sobre sí misma y aplaude. El error es corregido de inmediato y es la italiana quien sube a recoger el premio de consolación. Sharapova es feliz, ha logrado su propósito, y todo lo que pasa después le parece una pura anécdota.