Roger Federer sigue deshojando la margarita sobre Roland Garros

Roger Federer se lo está tomando con calma. Una calma que provoca la impaciencia en el resto de los mortales. Porque todos queremos saber si estará o no en Roland Garros.

Su ausencia en la lista de inscritos en los Masters 1000 de Madrid y Roma no hace sino inflamar las sospechas de que la tierra batida no entra en sus planes esta temporada... pero el tenista suizo todavía no ha descartado competir en el Grand Slam de la arcilla roja.

"En estos momentos saltarme Roland Garros para alargar mi descanso es una opción", aseguró Federer en una entrevista con la CNN, "no creo que lo haga pero todo dependerá de mi estado de ánimo y de mis sensaciones cuando pise la tierra batida".

Tomaré la decisión hacia el 10 de mayo

Posteriormente, en una entrevista que publicó el suizo 'Tages Anzeiger', especificaba que "tomaré la decisión alrededor del 10 de mayo". Es decir, en aproximadamente un par de semanas una de las incógnitas alrededor de la gira sobre arcilla roja quedará despejada.

Roger puede permitirse ese lujo tras su espectacular inicio de año. Un regreso que ni siquiera él fue capaz de soñar, con títulos en el Open de Australia, Indian Wells y Miami.

"Pasé por momentos malos. Cuando tuve que pasar por el quirófano en 2016 no sabía cómo iba a ser mi regreso, tenía dudas de volver a estar bien de nuevo. Pero me ha sorprendido cómo se recuperó mi cuerpo y desde Australia he encontrado un gran equilibrio, con mucha calma y confianza quizá, simplemente, porque era feliz por estar de vuelta y por no tener que operarme una segunda vez de mi rodilla", explica.

A estas alturas, el número cuatro del mundo tiene claro que "no jugaré por jugar, ya no. Si siento que no estoy al cien por cien lo mejor es no ir". Por eso, tras las sesiones de preparación que está llevando a cabo con su equipo en Dubai, "nos volveremos a sentar y veremos si cambiar a tierra o no".

También cree necesario valorar si una ausencia de diez semanas (si no volviera a jugar hasta la gira de hierba previa a Wimbledon) no será demasiado larga. 

Retirada

Ni siquiera en estos tiempos de vino y rosas, Roger puede evitar que se le pregunte, cuando va camino de cumplir 36 años (8 de agosto), sobre su retirada. Y él lo tiene claro: "espero hacerlo a mi manera, en mis propios términos", sentencia.

"Me gustaría saber una fecha y así poder planear mi vida después del tenis pero la verdad es que no la sé. No creo que las victorias o las derrotas marquen ese momento, será más una cuestión de mi cuerpo y de mi cabeza", añade. Pero mientras el tenis le haga feliz, Federer no se irá. Y, por ahora, la felicidad es completa.