TENIS - ROLAND GARROS 2016

Djokovic: "En esta vida todo es posible"

Novak Djokovic estaba desbordado por las emociones vividas. Quiere saborearlas... pero ya está pensando en que hay que volver al trabajo para lograr el mayor reto: el Grand Slam real

Novak Djokovic celebra su triunfo con todo su equipo

Novak Djokovic celebra su triunfo con todo su equipo / AFP

Neus Yerro

Novak Djokovic comparece ante los medios. A su lado, la Copa de los Mosqueteros, a la que no deja de echar alguna que otra mirada.

El serbio ha logrado, al fin, ganar el título de Roland Garrosuna victoria que le ha provocado una avalancha de emociones que le desbordan pero no le hacen perder la perspectiva: tiene una misión entre ceja y ceja y no es otra que ser el primer hombre desde 1969 que logra el Grand Slam real.

"No quiero sonar arrogante, pero en esta vida todo es posible. El hecho de haber ganado hoy me ha dado tanta alegría, me ha colmado tanto... que sólo puedo disfrutar. No pienso en otra cosa", prosiguió antes de confesar que jugó los últimos puntos del partido "como si estuviera fuera de mi cuerpo, ni siquiera recuerdo la última bola. Nunca había estado tan cerca del trofeo...".

Pese a la alegría, contagiosa y desbordante, en "el momento más especial de mi carrera", 'Nole' tiene claro que habrá poco tiempo para relajarse porque "habrá que pasar a la hierba y ver si puedo ganar los cuatro en el mismo año", comentó.

Djokovic destacó que haber coincidido en el circuito con Roger Federer y Rafa Nadal le ha obligado "a mejorar. Esa rivalidad ha sido esencial para el tenis. Ellos dominaban cuando Andy y yo llegamos. Antes no estaba contento de haber coincidido con ellos", afirmó entre risas.

"Pero luego me dije que las cosas ocurren por alguna razón, que la vida te coloca en cada situación con un propósito: aprender, crecer y evolucionar. Por suerte me dí cuenta de que tenía que ser más fuerte y que tenía que aceptar el hecho de que estaba compitiendo con estos dos grandes campeones y que todo iba a ser cuesta arriba", señaló el número uno del mundo.

Novak está convencido de que "algún día te veré a tí, Andy, con este trofeo". Y es que esa convicción es la que le ha permitido a él triunfar en la tierra batida parisina, santuario para Gustavo 'Guga' Kuerten, testigo excepcional de la grada, que dio permiso al serbio para que celebrara su victoria emulando su corazón sobre la tierra de la Philippe Chatrier.

"Le pedí permiso para hacerlo porque para mí era uno de los momentos más emotivos que recordaba en Roland Garros", dijo. Y es que desde el primer día en París Novak percibió que "era diferente de otros años. La relación y la conexión con la gente, con los fans, era distinta", explica.