El septuagenario Siomin amenaza con otro 'milagro' en el Lokomotiv

Salvando las distancias, Yuri Pavlovich Siomin es un personaje equiparable en cierta medida al desaparecido Luis Aragonés en el fútbol español o a Sir Alex Ferguson en el británico.

Hijo de un chófer, padre de un hijo, con dos nietos, este fumador empedernido nació el 11 de mayo de 1947 en la localidad entonces conocida como Chkalov (en honor de un piloto de pruebas héroe de la URSS) y actual Orenburg, a sus 70 años lleva casi toda su vida en el fútbol de elite.

Tras superar la tortuosa etapa de Olga Smorodskaya como presidenta (un auténtico lastre), el 'Loko' volvió a confiar en 2016 en Siomin para que levantase al equipo en su cuarta etapa en el banquillo después de hacer historia en las dos primeras (sobre todo en la segunda).

Como jugador rozó varias veces una internacionalidad con la URSS que finalmente no alcanzó, pese a que militó en clubs tan importantes como el Spartak, el Dinamo y el Lokomotiv (1975-77) para retirarse disputando sus dos últimos cursos en el Kuban.

20 temporadas en el 'loko'

Precisamente en Krasnodar inició una carrera como entrenador que le llevó a dirigir al 'Loko' por primera vez entre 1986 y 1990 (en Rusia y en la URSS los torneos iban por años naturales hasta mediados de la actual década).

En 1986, Yuri Siomin cogió un equipo desestructurado y en plena crisis de la industria de sus fundadores, los sindicatos de los ferrocarriles soviétivos (es por ello que en Rusia se conoce a los jugadores y a la afición del Lokomotiv como 'zheleznodorozhniki' , 'ferrocarriles').

De hecho, el 'Loko' estaba en Segunda División y, bajo el mando de un joven Siomin, recuperó la máxima categoría en 1990 e inició la etapa más gloriosa de su historia mientras Syomin se marchaba a la selección olímpica de Nueva Zelanda

dos ligas y cinco copas

Siomin regresó en 1992 y sus éxitos fueron enormes: las dos únicas Premier Ligas rusas del club (2002 y 2004) y cuatro de sus cinco subcampeonatos (1995, 1999, 2000 y 2001) en plena dictadura del Spartak. Entretanto también dirigió en dos etapas a la selección rusa absoluta.

Además, conquistó cuatro Copas de Rusia y dos Supercopas. Y alcanzó en dos ocasiones consecutivas las semifinales de la extinta Copa de la UEFA (1997-98 y 1999-99). Tras sus dos etapas previas, Syomin regresó al banquillo de la selección rusa en 2005 una vez desvinculado del Lokomotiv.

Después dirigió al Dinamo de Moscú y al de Kiev antes de un nuevo paso efímero por el 'Loko, el tercero (2009-10). La gran culpable de su adiós fue Olga Smorodskaya, una ejecutiva que llevó al club casi a la ruina con sus inexplicables decisiones y su carácter despótico. Yuri Siomin se enfrentó con ella y salió por la puerta de atrás del club pese a contar con el respaldo casi total de la afición.

En 2010 regresó al Dinamo de Kiev y, con 60 años más que cumplidos, su carrera empezó un declive que lo llevó a dirigir al Gabala azerbaiyano, al humilde Mordovia y a un Anzhi venido muy a menos.

título y líder con el lokomotiv

Sin embargo, el 26 de agosto de 2016 se produjo el inesperado regreso de Yuri Siomin al Lokomotiv. Tenía 69 años y unas ganas locas de devolver a su club de toda la vida al primer escalafón ruso.

Y el veterano técnico devolvió la ilusión a un equipo que contaba con el portugués Manuel Fernandes como gran referente, acompañado por los brasileños Maicon y Ari, el bielorruso Vitali Denisov, los rusos Miranchuk (Aleksei y Anton, gemelos) e Igor Denisov, así como con el meta internacional ruso de origen brasileño Guilherme.

El caso es que Siomin adelantó un mes la celebración de su 70ª cumpleaños conquistando su quinta Copa de Rusia con el Lokomotiv tras vencer en la final al sorprendente Ural de Yekaterinburgo (0-2). Y en su segunda temporada en el banquillo los resultados son aún más espectaculares. 

El 'Loko' lidera el Grupo F de la Europa League con cinco puntos y <strong>se ha encaramado a la primera plaza liguera con 29 puntos</strong> (los mismos que el Zenit) tras derrotar al Krasnodar por 2-0 con tantos de Aleksei Miranchuk y Fernandes. En Rusia, el empate se dice por el número de victorias y los moscovitas suman nueve por ocho de los de San Petersburgo.

Ante el dinero sin límite del Zenit y el Spartak, el Lokomotiv apuesta por un bloque en el que los rusos tienen un papel muy importante, con los referidos Fernandes, Ari, Denisov y Fernandes, el ucraniano Mihalik y el serbio Pejcinovic como otros referentes.

De hecho, sus fichajes de este año son de no demasiado renombre: los rusos Medvedev y Margasov, el georgiano Kvirkvelia, el peruano Jefferson Farfán (enero) y el lusocaboverdiano Eder (el héroe de Portugal en la Eurocopa).

¿Obrará Yuri Siomin otro 'milagro' con el Lokomotiv? El próximo domingo tiene ante sí su primer gran reto, ya que visita el fastuoso nuevo estadio del Zenit de Mancini en un duelo entre los dos equipos que suman 29 puntos y mandan en Rusia (les sigue el CSKA con 25).