El '10' del Fla fue recibido con hostilidad por su antigua `torcida¿

Ronaldinho, el 'Figo de Porto Alegre'

Al grito de 'pilantra' (granuja), el ex del Barça y del Milan no evitó que los cariocas se dejaran media Liga

Joaquim Piera

El Gremio pasó cuentas con su 'Figo' particular. Ronaldinho vivió un infierno en su retorno al Olímpico de Porto Alegre. El Tricolor gaucho firmó una histórica remontada y, tras ir perdiendo por 0-2, le endosó un 4-2 al Flamengo que lo deja casi sin opciones de título.

Los gremistas vivieron una jornada de satisfacción total que no olvidarán en muchos años. Desde que en enero, Ronnie desdeñó el club donde se formó, la fanática 'torcida' local estaba esperando el momento del reencuentro. Se llevaban semanas calentando el partido. La recepción que tuvo el 10 del 'Fla' fue ensordecedora, al grito de “pilantra” (granuja, en español).

Por mucho que la policía incautase en los accesos al estadio cualquier material ofensivo a Dinho, miles de bufandas con la palabra “pilantra”, así como pancartas de dudoso gusto, como una dedicada a doña Miguelina, madre del jugador, inundaron las graderías.

Ronaldinho se blindó. Aislado de la presión firmó una primera parte magnífica, en la que solo le faltó el gol. Fue, reconocido por la prensa gaucha, el mejor. El Flamengo hacía lo que quería. Incluso, con el 0-2, hubieron 'torcedores' que dejaron el estadio. La decoración cambió cuando el Gremio empató tras el descanso. Ronaldinho y el Fla se fueron diluyendo. Los gauchos apretaron las tuercas y llegó la goleada. El delirio era colectivo. De Ronnie, nada más se supo. La afición continuó abucheándolo y negándole incluso la condición de gaucho. La humillación acabó siendo total con los gritos de “olé, olé” dedicados, en primera persona, al 10 carioca. La venganza estaba consumada.

Ronaldinho no digirió la derrota. Si con el viento a favor bailó celebrando los goles, dejó el césped lanzando una chinita: “Todo el mundo esperaba este recibimiento, no ha sido una sorpresa, pero para quien está acostumbrado con la `torcida¿ del Flamengo la verdad es que no ha habido mucho ruido”, afirmó irónicamente antes de refugiarse en el vestuario.