Jordi Cruyff convierte la necesidad en éxito

Jordi Cruyff se ha convertido en un entrenador de urgencia... Y de éxito

Jordi Cruyff se ha convertido en un entrenador de urgencia... Y de éxito / sport

Jordi Blanco

Jordi Cruyff sabe de primera mano qué significa la presión para un entrenador profesional. Lo vivió como jugador y también como hijo de un mito. Quizá por ello no pareció tirarle mucho la posibilidad de trabajar desde un banquillo... Y sin embargo ahí lleva un mes.

"Yo sólo ayudo temporalmente al equipo desde el banquillo sin dejar de pensar en el futuro" declaró Jordi en una entrevista al diario El Mundo, mientras que una persona muy cercana a su entorno confirma que su permanencia como entrenador "es temporal" porque "su idea no es seguir mucho en el banquillo... Aunque todo el mundo se lo pide ahora".

Y es que el Jordi Cruyff entrenador ha supuesto, más que una sorpresa, una auténtica revolución en el Maccabi, al que ha catapultado nuevamente a la excelencia.

"Soy entrenador más por necesidad que por deseo" sostiene Jordi

Director Deportivo del Maccabi Tel Aviv desde 2012Jordi ha construido un base firme para devolver al club al éxito. Con Òscar en el banquillo el equipo ganó la Liga tras diez años de sequía en 2013 y se ha mantenido entre los grandes del fútbol israelí desde entonces. Pero esta temporada todo cambió.

En noviembre de 2015 Slavisa Jokanovic abandonó el banquillo seducido por el Fulham y en mayo de 2016 Peter Bosz, su sucesor, dejó Tel Aviv para hacerse cargo del AjaxJordi estudió varios candidatos y eligió a Shota Arveladze, antiguo jugador ajaccied, seguidor de ese fútbol de combinación impuesto en el Maccabi y que debía seguir camino... Y la apuesta salió mal.

El dos de enero el Maccabi perdió (2-0) con el Beitar Jerusalem y dos días después el club sentenciaba su despido. Jordi tenía que ponerse inmediatamente a buscar un sucesor y mientras lo encontraba decidió hacerse cargo, de forma provisional, del equipo. Al cabo de un mes, los dirigentes del club quieren que acabe la temporada en el banquillo y la hinchada en general casi se lo exige.

Su 'autonombramiento' ha catapultado al Maccabi, pasando de la depresión al optimismo

Porque el éxito ha sorprendido a la propia empresa. Cuatro victorias y un empate adornan sus números ligueros y la depresión de la primera parte de la temporada se ha convertido en optimismo en esta segunda.

Vioar Orn Kjartansson personaliza de forma excelente ese cambio. Fichado al Malmoe por 3,5 millones de euros, el delantero islandés marcó siete goles en sus primeros 19 partidos. A las órdenes de Jordi ha jugado siete encuentros y ha marcado siete goles, la misma cifra, en un equipo que ha recuperado dinamismo, combinación y alegría.

"Soy entrenador más por necesidad que por deseo" sostiene Jordi. Pero ese deseo se multiplica alrededor del Maccabi, en el que acaba contrato y donde confían en su continuidad la próxima temporada. ¿En qué tarea? Habrá que verlo. "La idea, primero de todo, es buscar un entrenador este año" apunta esa persona que tan bien le conoce. Después... "Ya se verá".