Jarque, Puerta, Foé y Feher: la tragedia de la muerte súbita en el fútbol

Por desgracia, en los últimos años han sido varios los casos de muerte súbita en el mundo del fútbol. Algunos de ellos en la Liga española.

El 8 de agosto de 2009, el defensa del Espanyol Dani Jarque fallecía a los 26 años de edad durante la concentración de pretemporada del equipo catalán en Coverziano (Italia). La causa fue un infarto mientras conversaba por teléfono con su novia, que se hallaba en la fase final de su embarazo, desde el hotel. El jugador fue trasladado de urgencia a un hospital, pero los médicos no le pudieron reanimar.

Dos años antes, el 28 de agosto de 2007, el defensa del Sevilla Antonio Puerta perdía la vida a los 22 años en el hospital Virgen del Rocío, tres días después de haber caído desvanecido en pleno partido de la primera jornada de Liga frente al Getafe. Una encelofacía postanóxica fue la causa de su fallecimiento.

El 25 de enero de 2004, el jugador húngaro del Benfica Miklós Fehér también nos dejaba, con 24 años, tras perder el conocimiento en campo del Vitoria de Guimaraes, apenas diez minutos antes del final el partido. El delantero se desplomó mientras iba caminando después de ver una cartulina amarilla.

Unos meses antes, el 26 de junio del 2003, el centrocampista camerunés del Manchester City Marc Vivien Foé sufrió una tragedia muy similar. A los 78 minutos de la semifinal de la Copa Confederaciones entre su selección y Colombia, disputado en Francia, cayó repentinamente al suelo por un ataque al corazón. Su muerte se produjo en el estadio, después de que se le intentara reanimar durante 45 minutos.

Entre otros casos más recientes se encuentran el del centrocampista del Livorno Piermario Morosini, que con 25 años falleció de un ataque cardíaco en 2012 durante un partido de la Serie B italiana en campo del Pescara. El jugador intentó levantarse en varias ocasiones, pero no lo consiguió, y falleció en el hospital poco después.

El 29 de julio de 2013, el futbolista ecuatoriano Christian 'Chucho' Benítez falleció a los 27 años tras disputar un encuentro con el Jaish Sports de Catar. Su traslado al hospital tampoco le salvó la vida. Tras su fallecimiento, se descubrió que sufría un problema en la arteria coronaria, lesión que, al parecer, no podía detectarse antes.

Y hace apenas un año, el defensa del Lokeren belga Gregory Mertens padeció otro infarto durante un amistoso ante el Genk, perdiendo la vida en el hospital tres días después.