Zidane, toma nota

Quien esté libre de culpa, que tire la primera piedra. Al francés Zinedine Zidane, entrenador del Real Madrid, le iría bien recordar los 'pecados' que sus propios jugadores han cometido desde que arrancó la presente temporada. Sólo hay que repasar la hemeroteca para pillar a alguien en algún renuncio. El francés presumió esta mañana de la pureza y deportividad de sus jugadores, pero los hechos no se corresponden con la realidad.

El técnico madridista salió al paso de la polémica arbitral que se vivió el pasado fin de semana y aseguró que "yo no me meto con los árbitros. Mis jugadores, tampoco. Respetan mucho lo que hacen. Tengo un vestuario espectacular en este sentido. Lo que quieren es hacer las cosas bien". Y concluyó: "Entiendo que por ser el Real Madrid molestes a mucha gente, pero estoy muy orgulloso de mis jugadores, porque respetan mucho al árbitro y a todo lo que le rodea. Yo, a muerte con ellos".

Pues bien, los jugadores del Real Madrid no son tan honrados y honestos. Repasemos algunos de los episodios poco edificantes que han protagonizado esta temporada.

insinuaciones

El capitán madridista, Sergio Ramos, no tuvo ningún inconveniente a la hora de atizar al central del FC Barcelona Gerard Piqué por sus tuits contra los árbitros y afirmó que "en un balance general los árbitros te dan tanto como te quitan". Lo dijo alguien que nunca se ha mordido la lengua precisamente en esta cuestión. En diciembre pasado, por ejemplo, el defensa andaluz volvió a recordar el arbitraje en el clásico del Camp Nou y afirmó que "te podría decir muchas cosas después de ver el partido repetido un par de veces, pero no cambiaría nada". Ramos insinuó así que Clos Gómez favoreció al Barcelona, aunque lo hizo con la boca pequeña.

Sus compañeros Lucas Vázquez o James Rodríguez fueron mucho más explícitos. El primero se quejó del arbitraje nada más concluir el último Barcelona-Real Madrid y denunció haber sido objeto de un penalti. "No he visto la jugada en imágenes, pero mi sensación en el campo es que Mascherano me hace un penalti clarísimo".

El centrocampista colombiano utilizó la excusa del árbitraje tras el empate encajado en el Santiago Bernabéu frente al Villarreal. "Ellos perdieron el tiempo y el árbitro sólo alargó tres minutos, pero debieron ser cinco o seis por lo menos".

Zidane no tiene razón cuando afirma que sus jugadores nunca hablan de los árbitros.

Esta misma temporada varios de sus jugadores han protagonizado incidentes muy poco edificantes, como Sergio Ramos, que provocó a su antigua afición tras marcar un gol de penalti en el partido de vuelta de la Copa del Rey disputado ante el Sevilla, o Cristiano Ronaldo, que insultó a su propia afición después de escuchar silbidos en el Santiago Bernabéu y agredió al jugador del Sevilla Vitolo después de que éste hubiera pisoteado el punto de penalti instantes antes de que el portugués lanzara una pena máxima. El delantero del Real Madrid se tomó la justicia por su mano y le lanzó un balonazo que el colegiado Hernández Hernández no quiso ver.

memoria selectiva

Zidane tampoco se acuerda de la peineta que el lateral Daniel Carvajal dedicó a la afición del Camp Nou tras el empate de Sergio Ramos en el último clásico. El francés debe tener memoria selectiva.

Y qué decir de lo que ocurrió durante la etapa del portugués José Mourinho en el Real Madrid. Las quejas arbitrales fueron una constante e incluso llegaron a institucionalizarse con el visto bueno de Florentino Pérez, presidente madridista. Aunque hay que reconocer que Zidane se negó entonces a seguirle el juego a Mourinho, su jefe por aquel entonces, lo que le costó caer en desgracia. El técnico portugués protagonizó ruedas de prensa esperpénticas para justificar sus malos resultados y no se cansó de atacar a los colegiados.

De hecho, fueron precisamente los medios madridistas, con el beneplácito de Florentino Pérez, los que recurrieron a la famosa teoría del Villarato para tratar de desviar la atención y tratar de cuestionar la enorme superioridad del Barcelona.