Zidane, el otro 'retratado' en el Sánchez Pizjuán

Zinedine Zidane al final del Sevilla-Real Madrid de la Liga 2016/17

Zinedine Zidane al final del Sevilla-Real Madrid de la Liga 2016/17 / AFP

Alejandro Alcázar

Alejandro Alcázar

Tras una racha de cuarenta partidos sin conocer la derrota, Zinedine Zidane quedó retratado en la recta final del Sevilla-Real Madrid (2-1) que relanza la disputa del campeonato de Liga 2016/17.

El técnico del Real Madrid estuvo lento de reflejos en los últimos diez minutos del duelo y, a diferencia de lo que tantas veces ha pasado, fue el conjunto 'merengue' el que sufrió en sus carnes una dolorosa remontada, incluido un gol en propia puerta del capitán Sergio Ramos, tantas veces el héroe salvador.

BUEN PLANTEAMIENTO

Zidane arrancó en el Sánchez Pizjuán con un buen planteamiento que incluso permitió poner en ventaja a su equipo y llegar a la recta final con los tres puntos en el bolsillo. Sin embargo, cuando Jorge Sampaoli encontró las variantes necesarias para poner en apuros al Real Madrid, 'Zizou' no estuvo ágil a nivel táctico.

El entrenador galo mantuvo sobre el terreno de juego a Karim Benzema y Cristiano Ronaldo y no se atrevió a tomar la decisión de cambiar a alguno de ellos -o incluso a ambos- desaprovechando la opción de introducir dos cambios que habrían dado frescura, velocidad y capacidad para realizar la presión sobre la salida del balón sevillista.

Los esfuerzos de la cuesta de enero habían pasado factura a Karim y CR7 y el equipo, que llevaba justo de fuerzas a los últimos minutos del duelo, notó en exceso la falta de aportación de sus dos estrellas al esfuerzo común.

SE ECHAN ATRÁS

Sin capacidad para presionar la salida del balón en el área rival, el Real Madrid echó atrás la línea defensiva muchos metros. Zidane, que había apostado por alinear a tres centrales, no estuvo rápido o no consiguió que el equipo se escalonara mejor.

Más allá del error puntual de Sergio Ramos al golear en propia puerta, el Real Madrid acabó con las líneas muy separadas entre sí, permitiendo que el Sevilla se hiciera con el control del centro del campo y sobre todo, que pudiera aprovechar esos espacios entre líneas que son tan valiosos para futbolistas con capacidad para desbordar.

De manera instintiva, el Real Madrid fue acumulando jugadores atrás pero sin un plan establecido y, lo que es peor, sin la capacidad para robar y controlar el balón y jugarlo en campo contrario.

En esas circunstancias, quedó expuesto a la ofensiva de un Sevilla bien organziado y que, lejos de cargar contra la portería de Keylor Navas sin ton ni son, administró con inteligencia estas concesiones madridistas hasta encontrar el triunfo 'in extremis' con un nuevo gol de Jovetic.

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