Un VAR adulterado decide el derbi

El Real Madrid consigue la victoria en un polémico derbi

El Real Madrid consigue la victoria en un polémico derbi / LaLiga

Francesc J. Gimeno

Francesc J. Gimeno

El VAR se convirtió en el gran protagonista del derbi madrileño. El Real Madrid se llevó un duelo intenso, pero poco vistoso, gracias sobre todo a las polémicas intervenciones del VAR, que penalizaron gravemente al Atlético y acabaron de confundir a un colegiado con tan poca personalidad como el catalán Estrada Fernández.

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23ª jornada Liga Santander

1
3
Alineaciones
Atlético
Oblak, Arias, Giménez, Godín, Lucas, Correa (Rodrigo, 65'), Saúl, Thomas, Lemar (Vitolo, 60'), Griezmann y Morata (Kalinic, 71').
Real Madrid
Courtois, Carvajal, Varane, Sergio Ramos, Reguilón, Modric, Casemiro, Kroos (Ceballos, 84', Lucas Vázquez, Benzema (Mariano, 89') y Vinicius (Bale, 57').

En un partido de pierna fuerte y marcado por la falta de atrevimiento de los protagonistas, Estrada Fernández y su asistente situado en la sala del VAR, Martínez Munuera, asumieron todo el protagonismo para bien -acertaron a la hora de dar validez al 1-1 de Griezmann, ya que no existió fuera de juego, y también al anular un gol a Morata en el 54' por un fuera de juego muy ajustado- y para mal. Bochornosa fue su decisión de señalar un penalti por derribo de Giménez a Vinicius en la recta final del primer tiempo. Si la falta existió -el brasileño puso mucho de su parte para caerse dentro del área- la repetición de la jugada dejó meridianamente claro que ésta se produjo fuera del área. Pero tras dos minutos de revisión, el VAR instó a Estrada Fernández a señalar la pena máxima. Sergio Ramos no desaprovechó el regalo y puso el 1-2 en el 42'. En cambio, cuando tuvo que examinar la caída de Morata dentro del área madridista (67'), se lavó las manos y permitió que Estrada Fernández volviera a perjudicar a los colchoneros.

El Real Madrid no se ha cansado de llorar y sus continuas y reiteradas quejas ya le están dando frutos. Los árbitros pitan condicionados por la presión mediática y lo mismo les sucede a los señores que se sientan en la sala del VAR. Cualquier decisión se examina con lupa y alimenta una polémica artificial y plenamente deliberada. El club madridista ha sacado un claro beneficio de la polémica.

partido trabado

Futbolísticamente, el primer tiempo dejó pocas noticias. El partido resultó tremendamente trabado y hubo poco espacio a la imaginación. El Real Madrid se encontró cómodo en este escenario y sacó petróleo de sus pocos acercamientos al área de Oblak. Curiosamente, se encontró el 0-1 en su primera ocasión clara después de que Casemiro penalizara una grave indecisión de la zaga local en un córner. Cuatro defensores se centraron en Sergio Ramos y Casemiro, completamente solo, pudo rematar con tranquilidad con una media chilena aprovechando una salida en falso del meta colchonero.

El Real Madrid se encontró el escenario ideal e intentó penalizar a su rival al contragolpe en los minutos siguientes, con Vinicius empeñado en seguir siendo el gran héroe madridista. Pero de un balón perdido por el brasileño nació la jugada del 1-1. Correa ganó el duelo y asistió a Griezmann con mucho campo por delante. La acción pilló a la defensa blanca descolocada, por lo que el francés se plantó ante Courtois y le batió por debajo de las piernas.

equilibrio

En los minutos siguientes el partido volvió a equilibrarse, pero ningún equipo llegó a disponer de ocasiones de gol claras. El partido se desniveló poco antes del descanso en una jugada aislada en la que Vinicius volvió a ser protagonista. Su caída dentro del área fue señalada como penalti, pese a que el suave contacto con Giménez se produjo fuera del área. La jugada acabó siendo decisiva.

La polémica continuó en el segundo tiempo con el gol anulado a Morata por un fuera de juego por milímetros y un penalti no señalado por un derribo de Casemiro al propio delantero colchonero. Con el Atlético desquiciado, el Real Madrid encontró los espacios suficientes para sentenciar. Bale no falló en el 74' y permitió que los blancos se llevasen un derbi que el VAR, con la colaboración de Estrada Fernández, se encargó de adulterar.