DOS PUÑETAZOS ESTA TEMPORADA

La sanción a Cristiano, una excepción

Los dos partidos de sanción a Cristiano Ronaldo resulta una rareza teniendo en cuenta acciones similares. El Comité de Competición no actúa de oficio a pesar de la evidencia del manotazo que dio y por el que no fue amonestado

Cristiano, reincidente

Cristiano, reincidente / sport

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Los dos partidos de sanción a Cristiano Ronaldo pueden parecer más o menos justos según el aficionado, pero lo cierto es que los precedentes de acciones similares han sido castigadas con más contundencia que la del futbolista portugués.

Además, cabe tener en cuenta la inoperancia del Comité de Competición a la hora de actuar de oficio e imponer sanciones a jugadores del Real Madrid, pues, con el del pasado fin de semana ante el cordobesista Crespo, son dos los puñetazos que ha propinado en lo que va de temporada –el primero, a Godín en la vuelta de la Supercopa de España-.

Lejano queda el recuerdo de casos como los de Romario y Kluivert, en los que el citado órgano no dudó en actuar de oficio y castigar con cuatro partidos al delantero brasileño por agredir a Simeone en un Sevilla-Barça de la temporada 1993/94, la misma medida adoptada en la 2002/03 cuando, en un Barça-Celta, Kluivert golpeó a un defensa rival.

Volviendo de nuevo a la causa de la expulsión de Cristiano Ronaldo, resulta que el Comité de Competición ha reaccionado siempre con más severidad a la hora de imponer los castigos en actuaciones semejantes recientes.

Sin ir más lejos, en la novena jornada de esta temporada, el zaguero del Getafe Alexis propinó un manotazo a Mandzukic, del Atlético de Madrid, por el que se le mostró tarjeta roja. La sanción fue entonces de cuatro partidos, pues se tuvo en cuenta que estaba “el balón en juego pero sin distancia para ser jugado”.

Otro caso parecido es el de Duda (Málaga), que fue expulsado en la jornada 29 de la pasada temporada por “golpear con sus tacos en la pierna de un adversario, estando en el suelo y sin opciones de jugar el balón”. La víctima, curiosamente, fue el barcelonista Rafinha –jugador del Celta por aquel entonces- y la sanción, de nuevo cuatro partidos.