Revolución en la portería del Madrid

El fichaje de Keylor Navas por el Real Madrid solo aclara una cosa, que es el único de los tres porteros que seguirá seguro esta temporada. Su aparición es una amenaza directa de banquillo para Casillas y Diego López, que podrían no estar dispuestos a ser suplentes.

El lío de la portería ha colmado la paciencia de los dirigentes blancos, que han visto en esa competencia un conflicto que ha dividido al madridismo. Con el fichaje de Navas, el club invitó a Diego López a abandonar el equipo con la idea de recaudar los 15 millones de euros que le iba a costar su finiquito. Y eligió al gallego porque Florentino había convencido a Casillas para que siguiera un año más y se fuera el próximo con la carta de libertad en la mano.

Pero desde aquella reunión de junio han pasado muchas cosas, y la peor es que Casillas no levanta cabeza. Le ha abandonado ese halo de santo que le acompañaba y ahora es un flan bajo los palos. Por contraposición, Diego López cada vez que ha jugado ha ofrecido una regularidad que provoca la incomprensión de su despido en la afición. Así las cosas, el Madrid empieza a valorar hacer borrón y cuenta nueva en la portería, vender a los dos como apunta ‘El Confidencial’ y buscar un suplente de garantías para sentarlo a la sombra de Keylor Navas. Y lo tiene en mente porque teme que la afición se mantenga beligerante con el que se quede y perjudique al equipo como al recién llegado.

Casillas también empieza a pensar que lo mejor para él sería irse como tenía planeado antes de reunirse con Florentino. Vive en la desazón deportiva de no salirle nada en un momento crítico de su carrera y con una facción del madridismo que pide su cabeza. Además, como apunta ‘Elplural’, tendría problemas personales que se suman a los profesionales y está desanimado. Tanto que podría irse si el club le da la carta de libertad, y no exige 20 millones por el traspaso. 

Diego López no quiere irse, aunque aceptó salir ante la buena voluntad del club cuando le invitó a ello. Las cuentas eran claras, venderlo al Mónaco por 15 ‘kilos’, 12 para pagar los tres años que le quedan y tres por lo que pagó al Sevilla. Pero el Mónaco no está dispuesto a pagar ese dinero y el club ya no le quiere dar el finiquito.