Referéndum en el Bernabéu para el Real Madrid

El Real Madrid estrena la ‘Décima’ ante un rival plácido, aunque engañoso, y amenazado por el ruido de una grada descontenta con su mal inicio de temporada. Una afición de uñas lista para pitar si no se divierte o ve mejorar a su equipo. Casillas, Florentino, Benzema, Ancelotti… serán objeto de un nuevo referéndum tras la dolorosa derrota en el derbi, que dejó al descubierto las carencias de un proyecto disminuido por mucho que el técnico italiano no lo cambie por ningún otro equipo europeo. A los blancos se les presenta la ocasión de apaciguar los ánimos de una afición descontenta con todo lo sucedido desde que levantaron la ‘orejona’ en Lisboa el pasado mes de mayo. Y lo hace ante el campeón suizo, un rival sin galones pero capaz de aprovecharse de los despistes de un equipo que regala demasiado, traspasos incluidos. El Basilea es de esos equipos con los que nadie cuenta, con aspiraciones limitadas pero con hambre de hazañas.

CUIDADO CON LOS SUIZOS

El club suizo, que solo tiene 45 años de vida, ha logrados sus mayores logros arrancando empates o triunfos ante rivales de alcurnia como Liverpool, Juventus, United, Barça o el mismo Chelsea, al que derrotó en Stamford Bridge en la primera jornada de la fase de grupos del año pasado. Fue tercero de grupo pero aquel triunfo desveló que si le dejas te hace daño. Sus referente son Schar, Streller y el chileno Marcelo Díaz, aunque este no jugará por sanción, sin olvidar al goleador Gashi: ‘Pichichi’ de la Liga suiza con 19 goles la pasada temporada y que ha marcado cuatro tantos en siete partidos de Liga desde que llegó en verano procedente del Grasshopper. Y entre los suizos aparece el ex madridista Samuel, que solo duró un año en el equipo blanco.

El portugués Paulo Sousa relevó en el banquillo a Murat Yakin, fichado por el Spartak, que mantiene la filosofía con tres centrales, dos carrileros, cuatro medios y un delantero centro. Un equipo que examinará las dudas de los blancos, y que se centran en dos asignaturas pendientes: el balón parado y la finalización. Dos conceptos que arruinan su fútbol, porque este Madrid conecta bien pero se desconecta en el remate y en la estrategia de los rivales.

Defectos que provocan el enfado de la afición de manera proporcional: Ancelotti, por crear un sistema en consonancia a sus estrellas; Florentino, por vender a Di María y a Xabi Alonso y sustituirlos con los fichajes de James, que nada tiene que ver con el argentino, y Kroos, que mejora al tolosarra; Casillas, como responsable de los goles que encajan pero no por encajarlos sino por la contaminación que arrastra desde la etapa de Mourinho cuya herencia paga el capitán, y Benzema, porque no le mete un gol al arco iris, 2 en 18 partidos que ya provoca úlceras a sus compañeros.

Ancelotti seguirá erre que erre y volverá a apostar por lo que hasta ahora ha fracasado, el 4-4-2 que en realidad es un 4-2-4, porque Bale y James son delanteros por mucho que se empeñe el italiano. Y aún se le concede el beneficio de la duda con Modric, cuyo perfil es más de media punta que de medio centro. Arbeloa volverá a ocupar el lateral derecho por el lesionado Carvajal y Marcelo ocupará la banda izquierda por Coentrao.