El Madrid vuelve a la Liga ante un necesitado Granada

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Alejandro Alcázar

El Real Madrid vuelve a la Liga un mes después de su último partido y lo hace ante el penúltimo de la clasificación. Un Granada deprimido que pelea por encontrar una identidad que le conceda la posibilidad de batallar por la permanencia. Un caramelo para Cristiano Ronaldo, que se quedó en la grada ante el complicado Sevilla pero que vuelve al equipo en la Liga donde sí tiene como objetivo personal pelear un año más por el Pichichi. Y ya se sabe que el portugués no es feliz si no tiene un pastel que llevarse a la boca, y el Granada es un rival dulce para sus aspiraciones personales. 

Además de Cristiano, Zidane recupera a Benzema y Keylor Navas, los otros dos jugadores a los que rotó en la Copa del Rey y de los que tampoco se acordó nadie, demostración que no deben ser tan importantes como quiere hacer ver el técnico francés cada vez que se refiere a ellos. Los blancos son favoritísimo ante un contrario en el que ninguno de sus expedicionarios ha ganado nunca en el Bernabéu. Una razón de doble filo que pueda provocar cualquier situación, porque el grado de ilusión de ganar con la que acuden los granadinistas debería superar al respeto que puedan tener a un estadio y un equipo que imponen.

Doble filo

Pero la mejor razón que impulsa al Real Madrid para solventar el partido es mantener el liderato y los tres puntos de ventaja sobre el Barcelona, con un partido jugado menos, y mantener la racha de nueve meses sin perder que supondría alcanzar los 39 partidos. En contra juega el relax que puede envolver a los blancos después del tenso partido del miércoles ante el Sevilla, en el que se dejaron hasta la última brizna de esfuerzo que podría pasar factura este sábado a la hora del aperitivo (juegan a las 13,00 h.). Pros y contras que Alcaraz tiene en cuenta para pedir a sus jugadores personalidad, la que les ha faltado en los anteriores 16 partidos de Liga y que solo mostraron en uno para ganar los tres puntos en juego.

Zidane no descubrió sus cartas, pero a nadie le extrañarían más rotaciones que podrían apuntar a Toni Kroos, amenazado de sanción que le dejaría sin la visita al Pizjuán de la próxima jornada liguera, y a Carvajal o Marcelo, laterales largos que queman kilómetros sin descanso y dar vidilla a un Danilo arrinconado. Pero es pura especulación ante las maniobras de un Zidane que se mueve entre la justicia, el cariño y la competencia para hacer sus equipos. Lucas Alcaraz llega con cinco bajas importantes y tiene lo que tiene para hacer frente a la necesidad de dar un golpe de autoestima, y si va acompañado de algún punto colmaría su mejor pretensión.